ENTREGA. En sacerdote Michel Djaba durante su conferencia de ayer en el Barrio Jarana. / T. B.
PUERTO REAL

El guardián de la solidaridad

El sacerdote camerunés Michel Djaba dio ayer una conferencia en la parroquía El Buen Pastor, explicando su proyecto de acogida a niños y jóvenes desemparados

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Ayer a las 8 de la tarde, en la parroquia El Buen Pastor del Barrio Jarana, de Puerto Real, pronunció una conferencia el sacerdote camerunés Michel Djaba, fundador de la asociación Kentaja, de Camerún, que explicó su proyecto de acogida de niños y jóvenes desamparados.

Kentaja es el resultado de un largo periplo personal iniciado por el sacerdote católico, que comentó «en 1984, siendo todavía estudiante de teología, quedé atraído poderosamente por el número impresionante de niños abandonados en las barriadas periféricas de la ciudad de Yagoua, niños que no iban a la escuela, no tenían qué comer, estaban descuidados, abandonados, y algunos de ellos mendigaban su comida al pie de la calle».

El padre Djaba, al informarse por las autoridades supo que algunos pequeños eran del vecino Chad, país convertido en un campo de batalla con todo lo que eso comporta; violaciones, pillaje, liquidaciones arbitrarias, arreglos de cuentas entre etnias, y el éxodo de la población huyendo de los horrores de la guerra.

«Las victimas más vulnerables de esta tragedia eran los niños. Un número importante crecía por aquellos barrios en busca de refugio, pan y agua y algunos habían perdido a sus padres en el frente. El impresionante espectáculo era digno de ver, los más pequeños atravesaban el río llevados a espaldas de sus hermanos y hermanas mayores comprendidos entre siete y diez años», explicó el sacerdote. «Es la tercera vez que vengo a Cádiz para estimular a los amigos que nos apoyan económicamente y sobre todo con su amistad, lo que supone una gran ayuda para poder realizar la labor social y pastoral que hacemos en Came-rún. Actualmente tenemos tres centros que acogen a 140 niños y jóvenes a los que intentamos dar una salida digna a la vida»

En España se creó la la ONG Kentaja-España, cuyo presidente es el sacerdote Julio Lozano, párroco del Buen Pastor, y cuyo objetivo es recaudar fondos para la asociación de Camerún.

En Yaundé donde Michel estudiaba, la UNICEF había censado en febrero de 1988 a 1500 niños en situación difícil y en Douala a unos 3.000. «Estos dos grandes centros urbanos eran los más afectados por el fenómeno de los niños de la calle y de los jóvenes en situación extrema. Este fenómeno se fue expandiendo como una gangrena en casi todas las ciudades y pueblos de Camerún, doblándose el número niños necesitados», dijo el conferenciante.

Tras ser ordenado sacerdote en 1988, Michel Djaba fue enviado como misionero junto a los jóvenes en dificultades. «Esa cruda situación me abrió de nuevo los ojos y mi corazón sobre ciertas situaciones de desamparo», señaló el sacerdote camerunés.

En 1990 un terrible accidente de circulación se llevó a tres de sus más estrechos colaboradores. Kenfack, que conducía, el también camerunés Talom y el español Javier. «Cuatro años más tarde la asociación tomó las iniciales de sus nombres Kentaja, para que su recuerdo permaneciera siempre entre nosotros», señaló el Padre Michel.

Ante la importante labor social que la asociación realizaba, el estado camerunés les concedió prestada por diez años una casa en Nkongsamba, que tuvieron que devolver. «Hoy tenemos tres centros, uno construido gracias a una señora catalana en Nkongsamba, donde hay 65 niños, otro en Bakou, en el que atendemos a 30 jóvenes y otro en Badzuidjong con 17 niños más», explicó el padre Djaba.

Kentaja ha posibilitado el levantar una barrera a la ignorancia, dar al niño desamparado una vida decente, un desarrollo personal y protegerlo contra el hambre y la enfermedad. También, sensibilizar a las niñas contra la maternidad precoz y ayudarles a asumir su futuro.

puertoreal@lavozdigital.es