DE AQUÍ. Manuel Moreno posa en un encantador salón interior preparado en El Molino.
Jerez

Todo muy de Jerez

El bar El Molino lleva más de treinta años deleitando a muchos jerezanos y turistas con ricas tapas preparadas de forma tradicional

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El Molino está justo donde acaba el Arroyo, casi al lado de la puerta de la muralla que lleva el mismo nombre y donde estaba la capilla de la Antigua. Lo encontramos en el número dieciséis. Allí, la familia Moreno tiene abierto su bar desde hace más de treinta años. "Comenzó mi abuela -comenta Manuel Moreno, hijo, que es quien lleva actualmente el establecimiento- con una pequeña tienda de alimentación". Cuenta Manuel que cuando sonaban las sirenas de las bodegas, los trabajadores llegaban a la pequeña tienda a tomarse la penúltima copa, o el bocadillo. "Fue mi padre, Manuel Moreno, quien montó el bar porque veía más futuro al negocio como bar que como alimentación", comenta ahora Moreno hijo.

El caso es que este bar ha ido evolucionando con los tiempos convirtiéndose en un lugar donde se degusta gastronomía tradicional de Jerez. "Ganamos un año el concurso de Tapas de Jerez con nuestra Vieira al Molino", subraya el hostelero. Cuando llega el mediodía, el mostrador de tan castizo bar, ubicado en uno de los corazones de la ciudad, saca de la cocina las ricas tapas de ensaladillas con mariscos o la carne mechá. "Lo fundamental es que los productos sean frescos, y hacerlos como si estuvieras comiéndolos en casa porque todo está cocinado de forma tradicional", comenta Moreno.

Y como seguimos hablando de gastronomía, Manuel nos enseña algunas reseñas publicadas en periódicos europeos, donde ha llegado la voz de lo bien que salen las berenjenas rellenas o la cola de toro. "Son turistas clientes. Al año siguiente han venido con el recorte", dice.

De bodegas

El caso es que de los antiguos arrumbadores jerezanos que llenaban el bar en los años setenta, se ha pasado a los turistas que salen ahora de las bodegas de Domecq o González Byass -además de muchos jerezanos que también acuden a disfrutar de tan interesante gastronomía. "Siempre las bodegas han sido nuestro potencial y nuestro sustento, por eso aquí se respira Jerez puro. No podía ser de otra manera", concluye Manuel.