RECEPCIÓN. Los pequeños, familias de acogida y representantes políticos a las puertas del Castillo.
Sierra

Vacaciones en Paz

Arcos mantiene su compromiso con el pueblo Saharaui gracias a la asociación Auserd que vuelve a acoger a un total de once niños

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Un total de once niños saharauis, 4 niños y 7 niñas de entre 7 y 12 años de edad, llegaron a Arcos a finales del pasado mes de junio y se marcharán a finales de agosto, para pasar un Verano en Paz. Esta iniciativa, que se lleva a cabo en otras localidades de la provincia y la comarca serrana, se celebra tradicionalmente en Arcos y cuenta con la organización de la asociación Auserd.

LLos menores, han sido recibidos esta semana por la alcaldesa de Arcos, Josefa Caro (PSOE), y el delegado municipal de Educación, Rafael Barrios, acompañados por las familias de acogida y por el presidente de Auserd, Cristóbal Pérez, para darles la bienvenida y agradecer la labor de los arcenses que hacen posible este programa. Además, el próximo día 2 de agosto, en el Centro Ocupacional Juan Candil se llevará a cabo una fiesta-convivencia. Además, los pequeños pueden acudir a la piscina municipal gratis durante toda su estancia, acompañados de un adulto.

La alcaldesa ha agradecido a las familias de acogida el trabajo que realizan durante todo el año para darles «un mejor tiempo de ocio a unos niños que son vecinos nuestros, porque tienen una relación estrecha con España, pero que viven en unas condiciones muy duras». Además, el Consistorio ha entregado a los niños unos obsequios en nombre del Ayuntamiento, fundamentalmente mochilas y material escolar.

El presidente de Auserd, por su parte, ha manifestado el agradecimiento de la asociación al Ayuntamiento, especialmente a la alcaldesa y a la delegada de Servicios Sociales, Ana González, y en general a todo el pueblo de Arcos por su colaboración. Además, también recordó que gracias al papel de la asociación los padres que acogen a los pequeños no se tienen que hacer cargo de los gastos de viaje de los mismos.

Objetivos

Pérez aseguró que la visita tiene un doble objetivo, además de dar la oportunidad a los niños de pasar un «buen verano». Por una parte, se trata de comprobar si los niños «tienen problemas médicos», para lo que se le hace un seguimiento desde el centro de salud de la localidad, en el que se le hacen análisis para comprobar si tienen anemias o cualquier otro problema. Además, la asociación también pretende, apunta su presidente, que «no se olvide el problema saharaui y se hable de él, con el fin de que pueda solucionarse». Por último, recordó que el verano en un campamento saharaui «es muy duro, ya que se encuentran en medio del desierto, viviendo en jaymas, y con unas temperaturas en torno a 50 grados».

sierra@lavozdigital.es