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Somos de segunda b

Todavía colea el descenso. Si malo es perder la categoría que tanto trabajo costó alcanzar -nueve años si mal no recuerdo- ahora que han pasado casi dos meses de la tarde de Alicante seguimos dándole vueltas al asunto. Hoy parece que habrá manifestación. A través de los despachos se está queriendo conseguir lo que no se consiguió en el campo. Me recuerda esto a las palabras que escuchó Boabdil cuando perdió Granada «no llores como mujer lo que no supiste defender como hombre». ¿No creen que ya está bien?

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La temporada pasada fue aciaga en todos los aspectos: en gestión, en entrega y en muchas cosas más que ahora no vienen al caso y que llevaron al Cádiz -sin duda por méritos propios- a la situación en la que está. No he oído todavía a nadie que haya entonado un mea culpa por lo sucedido. ¿No creen que ya va siendo hora de que alguien dé la cara ante la afición y pida disculpas por lo sucedido?

Es verdad que casi ningún cadista creía que se podía llegar a descender como al final sucedió, pero marear ahora la perdiz como se sigue mareando, me parece que ronda el mayor de los esperpentos. Estamos donde hemos merecido estar deportivamente.

Las jugarretas federativas fueron bien en otra época, pero ahora ya no valen prendas, hay que apechugar con ello. Ya sabíamos que la mayoría de los jugadores iban a dar la estampida, como la dieron después de no ganar en el Rico Pérez, y que les importaba un bledo lo estaba pasando.

Pero también es cierto que a la vista de cómo se iba desenvolviendo el último tramo de la liga había que haberlos largado sin contemplaciones antes de que consumaran el desaguisado, no se tomaron medidas y así nos fue. Ahora a dar la cara y a dejarse ya de tonterías porque, queramos o no, somos de Segunda B.