PUERTO REAL

Nuestra Señora La Virgen del Carmen salió ayer en procesión de alabanza por las calles de Puerto Real.

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El paso iba adornado con 700 docenas de claveles, 40 docenas de gladiolos, 10 varas de orquídeas, 60 rosas y otras tantas frecias, flores todas ellas de color blanco, obsequiadas la mayoría por los fieles y devotos de la Patrona de los hombres de la mar durante la ofrenda floral, que se celebró el pasado martes. Completaban el exorno del paso cuatro candeleros de esquina con velas blancas. El paso del la Virgen tiene unos 25 años y los respiraderos de alpaca fueron encargados gracias a la donación de una lámpara antigua de plata de ley que hizo el marino de guerra Angel Carlier. Cuando la hermandad se reorganizó pudo, con la venta de la lámpara, mandar a hacer los respiraderos.

La talla de la Virgen, que fue donada por el almirante de la Armada española Eduardo Gener y su esposa al finalizar la guerra civil, es obra del escultor valenciano Pío Moyano. Antes de la procesión se celebró una solemne función principal de Instituto a la que asistieron numerosos fieles y que estuvo presidida por el sacerdote Balbino Reguera Díaz, arcipreste de Puerto Real y director espiritual de la hermandad, participando la Masa Coral Puertorrealeña. Al terminar la Eucaristía se cantó la salve marinera. La procesión salió por la puerta lateral del atrio de la iglesia prioral de San Sebastián a las ocho y media de la tarde, para regresar a su templo alrededor de la media noche. Durante el recorrido de la comitiva, que transcurrió por las calles Ancha, La Plaza, Victoria, Amargura, Vaqueros, La Plaza y Ancha hasta su templo, vías urbanas en las que se congregaron numerosas personas, se pudieron ver muchos balcones y azoteas adornados con colgaduras y banderas en honor a la Señora del Monte Carmelo. La Virgen, que fue portada por la cuadrilla de hermanos costaleros de la cofradía, haciendo la primera "levantá" del paso el vicario pastoral Jesús Andrade, siendo el capataz Fernando Sánchez Roldán, estuvo acompañado por la banda de música Acordes, de Jerez de la Frontera, y el cuerpo de acólitos de la cofradía de La Soledad revestidos con el hábito del Carmen, así como autoridades civiles y militares y representantes de todas las cofradías puertorrealeñas.