Artículos

Ibarretxe tensa la cuerda

Tres semanas después de que el Parlamento Vasco aprobara la ley de la consulta propuesta por el 'tripartito', gracias a un voto que le otorgó el PCTV, el Boletín Oficial del País Vasco publicaba ayer la norma que daba firmeza a aquella iniciativa y que ha hecho posible la presentación inmediata del correspondiente recurso interpuesto por el abogado del Estado ante el Tribunal Constitucional en nombre del Gobierno, que ya contaba con el preceptivo informe del Consejo de Estado. Dicho recurso paraliza la norma durante cinco meses, pasados los cuales el TC deberá levantar la suspensión o confirmarla.

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Todo esto constituye un nuevo hito de un proceso preestablecido y obedece a una premeditada estrategia de confrontación de legitimidades urdida y desarrollada por Ibarretxe. Primero fue el proyecto de Estatuto político, el 'Plan Ibarretxe I', conscientemente remitido a las Cortes para que fuera rechazado por el Parlamento español. Ahora, la iniciativa autodeterminista, que evidentemente no puede ser aceptada por el Gobierno tanto por razones formales -el referéndum requiere una tramitación singular constitucionalmente tasada- como de fondo: no existe una soberanía vasca ni un 'derecho a decidir' regionalizado, sino sólo una soberanía española que reside en las Cortes.

Estaba, pues, descontado el recurso ante el TC, pero el obstinado Ibarretxe sigue con pertinacia su camino: ahora convocará de nuevo al Parlamento Vasco para que repruebe la posición de las instituciones del Estado. Para conseguirlo, necesitará nuevamente la aquiescencia de ETA, que le cederá con gusto un nuevo voto de un diputado de la organización que representa a Batasuna en la Cámara.

Además, Ibarretxe ha anunciado una estéril campaña internacional que inaugurará la fase victimista del plan y en la que denunciará la 'mala calidad' de la democracia española. Finalmente, es previsible que convoque elecciones autonómicas anticipadas para el propio 25 de octubre, día en que habría de celebrarse ese referéndum imposible, a las que el PNV acudirá con su soberanismo insistente como programa. Los terroristas, conscientes sin duda de que el desparpajo de Ibarretxe es un reto al Estado, han obsequiado al lehendakari con una 'minitregua', que asimismo da visibilidad a la tácita alianza entre quienes agitan el árbol y quienes recogen las nueces en este asunto.

Si la tenacidad es una virtud, hay que reconocérsela a Ibarretxe, pero no parece que la sociedad vasca la aprecie en alto grado. Aunque Ibarretxe, en su huida hacia adelante, tiene agarrotado a su partido, que se rompería si los disconformes con esta extraña aventura se rebelaran, no faltan algunas voces independientes, como la del alcalde de Bilbao, que censuran esta histriónica locura. Y ni las últimas encuestas ni las elecciones más recientes parecen secundar el autismo del lehendakari. Las Elecciones generales del 9-M constituyeron un resonante revolcón para el PNV, que, según el último Euskobarómetro, obtendría menos escaños que el PSE-PSOE en las autonómicas y ya no podría reeditar el actual 'tripartito'. No deja de ser lógico que la sociedad vasca, perpleja, se vaya distanciando de este atrabiliario personaje que hace y dice cosas que prescinden absolutamente del contexto, como si él fuera el primer hombre sobre la tierra.

Asimismo, descienden apreciablemente los porcentajes de partidarios de la independencia de Euskadi, que alcanzan mínimos históricos en el caso de los votantes del PNV.

El actual presidente del PNV, Iñigo Urkullu, es un personaje inconsistente que, tras algún tímido intento de parar la carrera de Ibarretxe, ha optado por plegarse al viento dominante. Todos los datos apuntan a que el PNV podría estar dirigiéndose con arrojo suicida hacia un pozo letal. No se puede jugar con una sociedad como si ésta acabara de aterrizar de otro planeta y estuviera buscando sus propias raíces: la historia es la que es e Ibarretxe aspira a olvidarse de ello y a idear un pintoresco cuento de hadas que sólo lo llevará al sumidero de los iluminados.