Miembros de la investigación registran un despacho. / EFE
ESPAÑA

La Guardia Civil investiga a 198 millonarios por blanqueo de capitales

Los sospechosos, muchos pertenecientes a la burguesía catalana, están acusados de defraudar 200 millones de euros en Liechtenstein

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La Guardia Civil, la Agencia Tributaria y la Fiscalía Anticorrupción desataron ayer la primera fase de la operación 'Jade-Limusina' contra 198 millonarios con residencia en España que han blanqueado dinero en el Principado de Liechtenstein en los últimos años, según la información facilitada por los servicios secretos alemanes.

Los agentes del instituto armado registraron de manera simultánea, para evitar filtraciones, 19 sedes y sociedades relacionadas con 60 sospechosos, la mayor parte pertenecientes a la alta burguesía catalana, acusados de haber defraudado más de 200 millones de euros.

Durante la operación, coordinada por el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz, fueron allanadas varias agencias de inversión de Madrid, Barcelona y Zaragoza; las oficinas de un banco privado en la capital de España y en Málaga; distintas asesorías fiscales de la ciudad condal, Madrid y Marbella, y domicilios y sedes de sociedades de Cataluña, Madrid y la Costa del Sol.

Dinero negro

Los millonarios y empresarios bajo sospecha, que están acusados de blanqueo de capitales y delito fiscal, no forman parte de una trama o de un grupo organizado ni están relacionados entre ellos. El único nexo entre los investigados es que recurrieron a los mismos bancos privados y agencias de inversión fraudulentas para enviar grandes cantidades de dinero a Liechtenstein a través de empresas intermediarias.

Este dinero negro fue depositado en 80 fondos del banco LGT Group (Liechtenstein Global Trust), propiedad de la casa real del mini-estado. Una vez lavados, explicaron fuentes del instituto armado, los capitales pasaron a fundaciones del principado administradas por empresas mercantiles con domicilio en otros paraísos fiscales para ocultar la relación del dinero con los inversores. Después, los 200 millones defraudados volvieron ya lavados a España o fueron enviados a Suiza o a otros países.

La operación 'Jade-Limusina' no es de origen español. La investigación comenzó a gestarse a principios de 2006 cuando los servicios secretos alemanes (BND) e inspectores fiscales del estado de Renania del Norte-Westfalia, tras una larga negociación, pagaron cinco millones de euros al confidente y ex delincuente apodado 'Henry', quien les facilitó varios listados con los nombres de los principales inversores extranjeros en los bancos de Vaduz.

En ese dvd aparecieron las identidades de conocidos empresarios alemanes, británicos, franceses, italianos, australianos, norteamericanos, canadienses, neozelandeses, suecos y españoles.

Una copia del dvd llegó a manos de los servicios británicos, que, a su vez, alertaron en febrero de 2008 a la Agencia Estatal de la Administración Tributaria (AEAT), habida cuenta del elevado número de presuntos defraudadores afincados en Cataluña y el volumen del dinero opacado.

Tras dos meses de estudio, Hacienda localizó a dos centenares de sospechosos con residencia fiscal en España, algunos de los cuales, tras conocer el chivatazo de 'Henry', procedieron a devolver el dinero defraudado a través de «regularizaciones voluntarias extemporáneas».

Sin detenciones

Según explicaron fuentes judiciales, ninguno de los millonarios investigados será detenido por el momento. El juez Santiago Pedraz está a la espera de que los especialistas antiblanqueo analicen la información incautada para poder hacer las primeras imputaciones formales.

Las investigaciones de Anticorrupción, Hacienda y la Guardia Civil han constatado que todo el dinero español depositado desde hace tres años es negro. De hecho, desde 2005, no ha habido inversiones españolas legales en el Principado, según los datos del Ministerio de Industria.

Los papeles de 'Henry' han provocado un terremoto en varios países afectados por los desfalcos a las arcas públicas. En Alemania, donde se estima que hay un millar de sospechosos, 91 evasores reconocieron sus delitos y otros 72 se denunciaron a sí mismos para evitar males mayores. Francia, por su parte, maneja un listado con otro centenar de nombres, aunque todavía no ha tomado medidas.