DESAFIANTE. El sevillano Haze es uno de los raperos españoles más conocidos. / O. CHAMORRO
HAZE RAPERO

«Si ser pijo es tener más dinero, ahora sí lo soy»

El rapero sevillano Haze, que llegó al éxito tras arrasar con su primera maqueta en el 'top manta', presenta '3er round', su nuevo trabajo en el que ha colaborado José Mercé y Aute

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Si en vez de haber nacido en el barrio de Los Pajaritos Sergio López hubiera saludado por primera vez al mundo desde Los Remedios o Triana quizá nunca hubiera existido Haze, su alter ego, el cronista visceral que lleva dentro y que rima cualquier realidad dolorosa de la calle para gritársela al mundo. De corazón flamenco pero de alma graffitera, este joven cantante saltó a la fama cuando su ritmo caló entre sus vecinos. Entonces, sus copias piratas asaltaron el top manta. Una multinacional vislumbró el fenómeno y ahora, tras sus dos primeros discos de éxito, llega el tercero. El de la «consolidación», dice. Lo ha llamado 3er Round.

-Saltó a la fama con un tema que dedicó a un amigo suyo que estaba en la cárcel, de ahí al top manta y al fichaje por Universal con quien firma ya su tercer álbum, ¿cómo ha vivido ese cambio tan drástico?

-La verdad es que pasar de dedicarle una canción a un amigo preso a grabar con una multinacional como Universal fue un cambio muy brusco. Ahora presento un tercer disco. Pero, lo veo como una carrera ascendente muy rápida.

Del 'top manta' al éxito

-Y, ¿cómo fue ese momento en el que pasó del top manta a fichar por una multinacional?

-Fue muy emocionante. Nunca me hubiera imaginado que iban a pasar todas esas cosas. Cuando me llamaron de Universal fue como si un chaval hubiera ganado un pulso a todo un mundo mediático con una maqueta que vendía en su casa con unos colegas a tres euros. Había acabado en el top manta como gran éxito sin pasar por promociones ni internet, ni nada. Creo que fue algo excepcional.

-Ha salido del barrio de Los Pajaritos de Sevilla, un lugar que en parte ha marcado sus canciones por las denuncias que hace en sus temas sobre la droga y la delincuencia, ¿si hubiera nacido en otro sitio cree que hubiera sido todo igual?

-Depende. Quizá hubiera hablado de otros problemas más cercanos. No me hubiera inventado una película americana si no la hubiera vivido.

-Y ahora, con el éxito, ¿le miran de la misma forma en su barrio?

-Bueno, hay colegas que todavía se extrañan cuando están conmigo y viene gente a pedirme autográfos. Y hay otra gente que te mira peor porque se han creado un prejuicio sobre mí y piensan que la fama se me ha subido a la cabeza.

-¿Pero le llaman pijo?

-¿Pijo!, a ver quien se atreve a llamarme pijo a mí... (risas). Bueno, si ser pijo es tener dinero ahora soy más pijo que antes.

-¿Qué es para usted el rap?, algunos dicen que es una forma de vida.

-Para mí es mi trabajo, parte muy importante de mi vida, pero no mi forma de vida. Yo me le-vanto, desayuno, me voy al gimnasio, estoy con mi novia, veo el telediario... no estoy todo el día escribiendo rap ni con una pistola en la mano. Nada de eso.

-Una de las cosas que sorprende de este nuevo disco es que colaboran en él artistas tan diferentes a su estilo como José Mercé y Luis Eduardo Aute, ¿cómo ha sido la experiencia?

-Muy interesante y satisfactoria. Quizá caí en el prejuicio con ellos y pensé que Aute podría ser algo raro o pejiguera, o que Mercé iba a dedicarle sólo un rato a la grabación, pero muy al contrario, me demostraron que son personas estupendas, unos verdaderos profesionales que llevan mucho tiempo haciendo música.

Criticado por puristas

-Los llamados raperos puristas le han criticado por mezclar sus rimas con el flamenco, ¿qué le parecen estos ataques?

-Bueno, yo estoy de acuerdo en que tiene que haber una base purista en todos los estilos para que no se pierda el concepto, pero estoy en contra de que la gente hable sin saber de una persona o artista por el simple he-cho de creerse ortodoxo e inflexible. El rap nace de la fusión de muchos estilos de música negra y no se puede decir que el rap con flamenco es un invento co-mercial. Es mucho más auténtico hacerlo así en nuestro país que imitar a un norteamericano o un francés.

-¿Es verdad eso de que no le dejan entrar en la cárcel a actuar?

-Sí. Iba a ir el día de la Merced a la cárcel de Sevilla pero la respuesta del director fue un poco extraña. Dijo que meterme a mí allí era como si metiera al enemigo en casa.

Charlas en los institutos

-Sin embargo, da charlas en los institutos a los jóvenes para prevenirles de las drogas y otros peligros, ¿cómo les habla?

-Pues les hablo tal y como ellos te entienden, en su idioma. Les digo que fumar porros es malo y que si van a una fiesta y sus amigos se ponen eso no es lo normal ni lo que tienen que hacer. Les hablo claro y a la cara.

-También su música ha tenido bastante repercusión en el cine, ha participado en algunas bandas sonoras como Siete vírgenes o Yo soy la Juani, de las que recibió muy buenas críticas. ¿Ha pensado en ser actor?

-Bueno en Yo soy la Juani ya salí al principio rapeando pero, de momento no he hecho ningún papel importante. Pero sí tengo ganas de pasarme por un casting a ver si me cogen. He hecho videoclips, he actuado ante miles de personas... creo que una cámara no me intimidaría.

malmagro@lavozdigital.es