Un grupo de menores quema dos contenedores en plena psicosis

Dos nuevos incendios provocados volvieron a hacer saltar todas las alarmas en la noche del lunes, aunque esta vez fue un susto menor y sin apenas consecuencias. Dos contenedores salieron ardiendo en dos zonas muy cercanas al Estadio Carranza y en un intervalo de media hora. Unos vecinos que presenciaron uno de los incendios vio cómo un grupo de menores lo originaba. Según fuentes de la investigación, no hay relación entre estas quemas y los cuatro fuegos intencionados que mantienen atemorizados a los residentes de varias calles vecinas del casco antiguo.

Los servicios de emergencia y la Policía recibieron el primer aviso a las 23:10 horas. El contenedor estaba junto a Telegrafía sin Hilos. El incendio no generó muchos problemas, pero la tensión de días pasados se reprodujo cuando media horas después (23:40 horas) se volvía a recibir un segundo aviso de las mismas características. Esta vez el mobiliario urbano destrozado se encontraba en Núñez de Balboa.

En este segundo fuego, unos vecinos pudieron ver cómo un grupo compuesto por unos seis chicos muy jóvenes -menores de 12 años apuntaban la descripciones- había sido el causante del fuego, que tampoco generó riesgo alguno.

Hechos habituales

Este tipo de destrozos al mobiliario urbano son muy corrientes como confirmó recientemente una portavoz del Consorcio Provincial de Bomberos. Y en muchas ocasiones detrás hay una mano gamberra. Sin embargo, los dos que salieron ardiendo frente al número 8 de la calle Calderón de la Barca, en la madrugada del 26 de junio, tuvo una mayor relevancia porque coincidió con otros dos cercanos que fueron originados en un corto espacio de tiempo. Además, uno de ellos provocó el desalojo de una finca y puso en grave riesgo a los vecinos. La Policía abrió una investigación que se amplió con el cuarto fuego que se declaró en una zona cercana la semana pasada, en concreto en la calle Buenos Aires.

Los últimos datos acerca de la investigación apuntaban a la posible implicación de dos jóvenes de la barriada Guillén Moreno, que pudieron realizar hechos similares en el pasado que aún recuerda la Policía. Uno de ellos es menor de edad y el otro cumplió la mayoría poco después de los tres fuegos encadenados a finales de junio. Sin embargo, al cierre de esta edición no se ha producido aún ninguna detención.

Las mismas fuentes consultadas advertían que una excesiva difusión mediática de estos incidentes puede incitar a los gamberros a cometer hechos similares con el fin de ganar notoriedad.

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