SOLITARIO. Raúl Castro observa el asiento vacío correspondiente a su hermano Fidel. /REUTERS
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Raúl Castro insta a los cubanos a apretarse aún más el cinturón

La ampliación de la edad de jubilación concitó críticas en su primer discurso como presidente ante el Parlamento

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El discurso de Raúl Castro para clausurar el primer periodo de sesiones de la Asamblea Nacional fue realista, sin anuncios destacados -salvo la posibilidad de aprobar el pluriempleo- e hizo hincapié en los aspectos económicos condicionados por la situación cubana e internacional.

Se puede salir adelante del momento actual de crisis mundial por los elevados precios del petróleo y los alimentos, dijo. Pero la receta propuesta es indigesta: habrá que apretarse todavía más el cinturón. «Es mi deber expresarlo con franqueza, pues no sería ético crear falsas expectativas. Decir lo contrario sería engañarles. Todos quisiéramos ir más rápido, pero es necesario actuar con realismo», afirmó.

Raúl pidió trabajar más y mejor para tener salarios superiores, cultivar todas las tierras ociosas para producir alimentos y reducir la dependencia de las importaciones. También abogó por aumentar la edad de jubilación en cinco años y que maestros y profesores retirados regresen a las aulas para paliar deficiencias en el sistema educativo.

El líder cubano apostó por ahorrar -especialmente en petróleo-, pagar impuestos, dar carpetazo al igualitarismo, relanzar la planificación y controles rigurosos para evitar «robos o desvíos de recursos», así como eliminar «gratuidades indebidas y el exceso de subsidios». Durante más de dos horas fue desgranando su mensaje. Castro explicó la necesidad de ampliar en cinco años la edad de jubilación, lo que no ha gustado demasiado. Reiteró la importancia de que el «salario recupere su papel», pero reconoció que su «incremento gradual y según las prioridades dependerá de la situación económica del mundo y del país».

Subrayó que «socialismo significa justicia, pero justicia social e igualdad de derechos y oportunidades, no de ingresos. Igualdad no es igualitarismo. Este es también una forma de explotación: la del buen trabajador por el que no lo es o, peor aún, por el vago». Habló de racionalidad y de eliminar la «indisciplina».

Repitió que cuantos menos recursos existan «mayor disciplina se requiere». Castro fue taxativo: «¿Hay que virarse para la tierra! ¿Hay que hacerla producir!». Para ello, anunció una nueva ley que entregará en usufructo tierras baldías a cualquiera que «produzca con eficiencia».