PREVENCIÓN. El farmacéutico muestra la primera vacuna que salió al mercado. / LA VOZ
CÁDIZ

Sólo 700 gaditanas han adquirido desde octubre la vacuna contra el cáncer de cuello de útero

Las farmacias sólo tienen en los almacenes una dosis al mes debido a su alto coste de venta y a la rápida caducidad del preparado Más de 7.500 niñas de 14 años se vacunarán este año en la provincia

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Salió a la venta como la gran esperanza para prevenir el cáncer de cuello de útero -también conocido como de cérvix-, que es provocado por el virus del papiloma humano (VPH). Pero la burbuja explotó justo antes del inicio de su comercialiación. A pesar de toda la publicidad y la repercusión que el anuncio tuvo en los medios, las cooperativas farmacéuticas sólo han distribuido unas 700 dosis en toda la provincia desde octubre de 2007, según los datos de Xefar, que abastece a las farmacias de la Bahía, Jerez y las localidades de la sierra. Las boticas del Campo de Gibraltar reciben mercancía de Gicofa, otra cooperativa del sector, que presenta ventas parecidas.

A pesar de la falta de información, el miedo ante un nuevo fármaco recién llegado al mercado o la baja prevalencia de este tipo de cáncer en España, parece ser que el problema tiene más que ver con el bolsillo que con cualquier otro motivo. La vacuna se dispensa en tres dosis y cada una de ellas alcanza precios de 154 euros. Por el momento no hay ninguna previsión de incluirla en el Servicio Andaluz de Salud (SAS) para las mujeres mayores de 14 años.

Este tipo de profilaxis es un mecanismo preventivo para evitar el contagio por el VPH, que provocó casi 600 muertes en España en 2005. Se trata del segundo cáncer ginecológico con mayor índice de mortalidad tras el de mama. La vacuna actúa de manera similar a la de la gripe o la meningitis: se inyectan muestras del virus que ya no son perjudiciales para la salud para que el sistema inmunitario lo reconozca y esté preparado ante un posible contagio.

Actualmente las oficinas de farmacia disponen de dos tipos de vacunas: Gardasil, que comercializa los laboratorios Sanofi Pasteur MSD y protege contra los tipos 6, 11, 16 y 18 del virus; la otra es Cervarix, que es producida por GlaxoSmithKline (GSK) y ataca al 16 y 18, ambos cancerígenos y presentes en el 75% de los casos de cáncer de cuello uterino que se registran en Europa.

Pocas reservas

De una o de la otra, las farmacias suelen tener en almacén una sola vacuna, debido a su alto precio y la rápida caducidad del preparado. En un sondeo realizado por este periódico con 15 farmacias de la capital la mayoría había vendido entre tres y cuatro paquetes de dosis desde que empezó a comercializarse, aunque confían en que cuando se incluya en el calendario de vacunación aumenten las ventas. Por lo pronto, las niñas de 14 años de toda la comunidad comenzarán a vacunarse en otoño, así lo anunció la consejera de Salud, María Jesús Montero, que ya ha dispuesto para ello una partida presupuestaria de 15 millones de euros. En total serán 50.000 adolescentes, de las que 7.500 se encuentran en la provincia de Cádiz.

La inclusión del fármaco en el sistema de vacunación permite «un gran avance en la prevención de otras afecciones relacionadas con el VPH como la infección por verrugas y el contagio de las variantes que pueden producir cáncer». De esta opinión es el doctor Julio Sancho, ginecólogo privado, que ha pasado más de 25 años realizando diagnóstico precoz en varios hospitales del SAS.

Alto precio

«En la consulta la gente pregunta, pero el precio es un enorme freno para las mujeres de más de 14 años», se lamenta el facultativo, que también confía en que el importe sea menor. El doctor Sancho aseguró que la vacuna es eficaz a cualquier edad, siempre que no se haya tenido contacto con el virus. Esto no quiere decir que sólo haya que aplicarla en mujeres que no hayan mantenido relaciones sexuales. «El efecto es el mismo, pero el profesional que la receta ha de asegurarse de que realmente esa persona no tiene ninguna afección en el cuello del útero», insiste el facultativo.

Existen más de 80 variedades del VPH que se transmite por contacto sexual, pero no todos derivan en lesiones cacerígenas. Los más habituales son los cuatro tipos para los que se han desarrollado las dos vacunas que ya están en el mercado.

Una simple citología o el test del VPH, detecta la presencia de este microbio. Actualmente ya se ha incluido en los calendarios de vacunación de comunidades como Navarra, Madrid o Valencia y en 2011 está previsto que se aplique a todas las niñas de menos de 14 años de todas las regiones.

De momento el Gobierno sólo contempla administrar el fármaco a mujeres antes de que empiecen a tener relaciones sexuales, pero algunas voces se preguntan qué pasa con los varones, que también están expuestos al virus del papiloma humano, causante del cáncer de pene y testítulos.

emartos@lavozdigital.es