ENIGMA. Retrato artístico incluido en la muestra. / LA VOZ
Cultura

El primer fotógrafo artista

El Museo Reina Sofía acoge una insólita muestra de Edward Steichen, considerado el primer creador que usó la cámara con una dimensión creativa

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El trabajo de Edward Steichen ha influido decisivamente en el rumbo de la fotografía. No sólo porque este norteamericano nacido en el corazón de Europa (Luxemburgo, 1879-Connecticut, USA, 1973) consiguió romper, con exquisitas maneras, los límites entre aquella más creativa y la supeditada a los intereses comerciales, sino también porque fue uno de los artífices de la proyección de la instantánea en el mercado del arte. Pero, más allá de estas aportaciones, no resulta fácil establecer unas cooordenadas precisas que acoten sus múltiples inquietudes. Sin dudas, desbordan los límites precisos del autor y lo convierten en un agente múltiple de la plástica contemporánea, un individuo en el que convergieron tareas tan dispares como las de artista, empresario, editor, diseñador o comisario.

El Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía le dedica una retrospectiva que aborda todas las facetas de su quehacer y que supone la revisión más completa hasta la fecha de su labor. Más de trescientas piezas componen esta antológica en la que podemos hallar imágenes originales junto a reconstrucciones parciales de sus exposiciones Road to Victory y Power in the Pacific, y una recreación virtual de The Family of Man, la muestra más importante a su cargo.

El homenaje se completa con otra cita en el Museo del Traje que recoge el vínculo con la moda, datado entre los años 1923 y 1937, y en el que podemos contemplar sus obras para las portadas de Vogue o Vanity Fair, junto a retratos de estrellas de la época como Fred Astaire, Gary Cooper o Greta Garbo.

¿Fotografía o pintura? Aunque experimentó con la cámara desde temprana edad, el primer interés de Steichen fue la pintura y el motivo de su traslado a París en los albores del siglo XX fue su formación en el dominio del pincel y el lienzo. Sin embargo, la apuesta por la fotografía se plasmó pronto en iniciativas tan decisivas como su incorporación a la Photo-Secessión, un movimiento impulsado por Alfred Stieglitz y Alvin Langdon, entre otros, que propugnaba la independencia de la instantánea de su función tradicional de testimonio de la realidad.

Según ese revolucionario concepto, la imagen se había de convertir en una herramienta de la visión personal del artista, un vehículo para la mirada interior, el espíritu y la emoción, frente a la fría y neutra percepción que proporciona la visión exterior.

También en su propio trabajo, la primera apuesta por el pictorialismo, corriente de influencia impresionista, evidencia esa búsqueda de una nueva vía creativa desligada del rutinario academicismo y, asimismo, sus investigaciones en el campo del color, ejemplifican su interés por las nuevas incorporaciones técnicas.