COMEDOR. El año pasado sirvió más de 100.000 comidas a familias ncesitadas, transeúntes y personas sin hogar. / JUAN C. CORCHADO
Jerez

Aumenta el número de familias que pide ayuda al comedor de El Salvador

Detecta un preocupante despunte en los últimos meses de los núcleos normalizados que acuden a pedir ayuda La entidad ayudó a 404 sin techo en 2007 y la ciudad únicamente cuenta con un albergue público de 25 plazas

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Cristóbal y Cristina no han cumplido aún los 30.Tienen un hijo de 4 años de edad y hasta hace poco trabajaban los dos y llevaban una vida relativamente cómoda en la que, aunque con sufrimiento, llegaban sin demasiados problemas a final de mes. Ahora se ha quedado él en el paro y los ingresos familiares apenas llegan a los 900 euros mensuales. Pero la hipoteca les come más de 600, la letra del coche 150 y un préstamo unos 100, con lo que no les llega para pagar los recibos de luz y agua, hacer frente al resto de gastos habituales y comer.

Aunque sus nombres son fictícios, responden al perfil medio de la familia jerezana que acude a pedir ayuda al comedor social El Salvador que gestionan las Hijas de la Caridad. Lo preocupante es que cada vez son más -superan el centenar- y la tendencia no tiene visos, al menos a corto plazo, de invertirse. Son núcleos familiares normalizados, alejados de los conocidos como grupos de exclusión que habitualmente han sido mayoría a la hora de reclamar este tipo de servicios, y víctimas de la coyuntura económica actual.

La memoria anual de El Salvador revela que en 2007 atendió a un total de 227 familias, de las que 129 eran jerezanas (56,8%) y las 98 restantes, inmigrantes, siendo Suramérica y África las procedencias más numerosas en este último grupo.

Todas ellas recibieron atención, un seguimiento de sus casos y orientación o derivación hacia otros servicios y/o programas. También lo que muchas iban principalmente buscando: comida. Y es que El Salvador ofrece a todas ellas unos menús diarios para todos los miembros de la unidad familiar que van a recoger allí mismo cada mañana. Constan de dos platos, bebida y postre, con lo que puedne así satisfacer sus necesidades alimenticias.

Se trata, sin duda, de una de las labores más agradecidas que realiza esta institución jerezana. El año pasado sirvió 100.267 comidas totalmente gratuitas, 73.987 a familias y 26.280 transeúntes y personas sin hogar.

Transeúntes

Otro dato preocupante hace referencia al número de transeúntes atendidos en 2007. Fueron 616, de los que 404 (5%) eran personas sin techo, que duermen en la calle o en casas ocupadas. Y lo hacen en una ciudad, Jerez, que únicamente cuenta con un albergue (el municipal) con capacidad para 25 personas, y que, además, sólo acoge a las personas que acuden a él durante un máximo de tres días.

Los datos evidencian, además de que la pobreza está más presente en Jerez de lo que muchos podían pensar, que las políticas sociales son insuficientes para atender a estas personas. Toni Guillén, educador social de El Salvador, lo tiene claro: «Hace falta, y de forma urgente, más alberguez o una ampliación grande del que hay, porque la oferta se ha demostrado que es totalmente insuficiente para las necesidades existentes».

Guillén añade otra petición, consistente en la puesta en marcha, por parte de las autoridades y Servicios Sociales, de más programas «para atender a esta gente», ya que, según apunta, «muchas veces lo único que les ofrecen es un cheque para que vayan a comprar comida a Carrefour».

«El trabajo que habría que hacer con ellos es mucho más complejo que limitarse a darles una cama durante tres días y un vale para comprar alimentos, precisan de un estudio de su situación, de un seguimiento continuado... Y no tienen nada de eso, así que no sorprende que luego digan que no quieren ir al albergue, porque para que te acojan y luego te echen fuera a los pocos días...», concluye.

Un últmo dato a reseñar: los hombres siguen siendo mayoría aplastante entre los que acuden al comedor social El Salvador. En 2007 sumaron 508, por sólo 108 mujeres.