LEVANTÁ. Izado de dos ejemplares de atún rojo durante la presente campaña en una levantá de la almadraba de Zahara de los Atunes. / ÓSCAR CHAMORRO
Ciudadanos

Las almadrabas cierran la campaña sin alcanzar la cuota máxima de capturas

La pesca artesanal del atún rojo se quedó por debajo de las 1.200 toneladas y del número de ejemplares que llegaron abordo en los dos últimos años El sector responsabiliza de la sobreeexplotación de la especie a las flotas industriales y alerta de que uno de los cuatro calamentos pueda estar en peligro

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Corren malos tiempos para la almadraba. La temporada de pesca del atún rojo mediante este arte ancestral y selectivo queda muy lejos de las medias históricas de capturas. No pocas voces se levantaron en contra de la imposición de cuotas máximas que establecía, para este año, un límite de 1.400 toneladas conjuntas para los cuatro calamentos que aún sobreviven en la provincia -en Conil, Barbate, Zahara de los Atunes y Tarifa-. Sin embargo, las levantás de este año sólo han llevado a bordo de las embarcaciones 1.183 toneladas de atún, según datos de la Organización de Productores Pesqueros de Almadraba, que cifró en 6.774 el número de ejemplares capturados. Esta cifra dista mucho de los 7.076 atunes conseguidos en 2006; y aún más de los 8.379 de 2007.

El presidente de este organismo que engloba a los cuatro calamentos, Diego Crespo, explicó que desde el año 2001 se inició un declive en el número de capturas y que desde entonces éstas no dejan de descender pese a que algún año -como sucedió el pasado- se produzca alguna mejoría. Este problema se añade al sistema de cuotas impuesto por la Comisión Internacional para la Conservación del Atún del Atlántico (Icaat por sus siglas en inglés). El portavoz de los almadraberos señaló que el próximo año la limitación de las capturas que podrán realizar tendrán su tope en las 1.300 toneladas, que pasarán a ser 1.250 en el año 2010. «El sistema de cuotas impedirá que podamos compensar los años malos con uno que se presente bueno porque en ese no podremos sobrepasar los límites de capturas», puso Crespo de relieve.

Cerqueros

La razón de la existencia de estas limitaciones nace de la sobreexplotación a la que se ha visto expuesta la especie. Existe, desde 2007, un plan orientado a la recuperación de esta pesquería. Crespo asegura que su cumplimiento podría aliviar y hasta recuperar la situación a la que se ve expuesto el atún rojo por las flotas industriales de cerco y palangre. El problema, apostilla el representante del sector, es que en años precedentes, la Comisión Europea no ha realizado las labores de vigilancia con el celo que pudiera ser de esperar. «Este año se ha controlado más y se ha anticipado el cierre de la pesquería a la flota de cerco», señaló. Crespo informó de que estos buques se han servido de avionetas para localizar desde el aire los cardúmenes de atún.

Con las capturas realizadas este año en las almadrabas gaditanas -con un peso medio de 175 kilos por ejemplar- se ha quedado muy lejos de la media histórica de 1.580 toneladas anuales. Con un sistema de cuotas difícil de controlar a causa de las descargas ilegales de la pesquería y que no permite compensar los años malos y con la sobrepesca de la especie, la OPP de Almadraba aseguró que puede estar en peligro el futuro de alguno de los cuatro calamentos que existen en la provincia. «Estamos en el umbral de la rentabilidad; tendremos que hacer números y que el resto del sector acate también sus taras máximas», explicó Crespo, que pidió la elaboración de un plan que adapte la flota a la disponibilidad real del recurso.

jlopez@lavozdigital.es