Marín insiste en que se derribe el mayor número posible de edificios en Sancti Petri

El alcalde de Chiclana, Ernesto Marín, anunció ayer que su Gobierno volverá a exigir a la Demarcación de Costas, la administración con competencias en la zona, que continúe con los derribos de un mayor número de viviendas y edificios en avanzado estado de ruinas y abandono dentro del poblado marinero de Sancti Petri.

El motivo fundamental, como ya avanzó hace unos días el primer edil para justificar la actuación de la maquinaria pesada en los dos inmuebles anexos a la Iglesia del Carmen Atunera, «no es otro que razones de seguridad y de salud para los visitantes y turistas de Sancti Petri».

Para Marín, existe «un peligro inminente para cualquier persona» y la situación en que se encuentra el interior del poblado «es sencillamente vergonzosa».

Por esta razón, el regidor chiclanero anuncia que su Gobierno hará «todo lo posible para que se derriben los edificios que están en peor estado, y cuyos escombros y suciedad está permitiendo la aparición de ratas y perros salvajes muy peligrosos».

De cualquier forma, estas actuaciones de urgencia en Sancti Petri son las únicas que se están llevando a cabo en un poblado cuyo proceso de recuperación parece haber entrado en stand by.

De hecho, en su visita de ayer para izar la Bandera Azul en su puerto deportivo, ni el delegado del Gobierno de la Junta en Cádiz, José Antonio Gómez Periñán; ni su homólogo de Obras Públicas, Pablo Lorenzo, quisieron adelantar una fecha aproximada para el inicio de las gestiones administrativas encaminadas a desbloquear la puesta en valor del poblado marinero.

Ambos dirigentes apuntaron que «en estos momentos la Junta está a la espera de que Costas adscriba la titularidad de Sancti Petri a la Agencia Pública de Puertos de Andalucía», procedimiento éste que será fundamental para que el Consorcio público pueda comenzar a trabajar.

Este organismo, que engloba a la propia Agencia y al Ayuntamiento de Chiclana, deberá ser el encargado de desarrollar el Plan de Usos, un documento que contempla todas las actuaciones a llevar a cabo en la península almadrabera en los próximos años.

Entre estos usos para el futuro Sancti Petri se encuentran la posibilidad de ubicar en la zona un museo de la almadraba, así como la potenciación de los recursos turísticos y la ampliación de los puntos de atraque para embarcaciones.

Hasta que ese Plan de Usos sea una realidad, lo cierto es que Sancti Petri y su seis décadas de historia siguen cayéndose a pedazos.

El alcalde de Chiclana reiteró ayer «la necesidad de agilizar lo máximo posible el proceso jurídico y legal para comenzar a trabajar en su recuperación». Periñán recogió el guante y dejó patente «el compromiso de la Junta para mantener los acuerdos alcanzados en los últimos años».

De momento, sólo buenas palabras y compromisos sin fechas concretas ni asignación presupuestaria fija para uno de los lugares con mayor encanto de la localidad, que continúa esperando a que las tres administraciones implicadas se pongan de acuerdo.

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