AFICIÓN. Los cadistas todavía no saben adónde tendrán que viajar. / ÓSCAR CHAMORRO
El Cádiz recorrerá 17.603 kilómetros si se queda en Segunda ó 5.970 si al final desciende

12.000 kilómetros de diferencia

La categoría de plata ha perdido cuatro andaluces y se ha 'reforzado' el noreste del país

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La diferencia entre Segunda y Segunda B es enorme. En cuanto a presupuestos, potencial, jugadores, número de equipos, estadios, aficiones,... Y las distancias son aún mayores. Se puede hasta cuantificar. En concreto, casi 12.000 kilómetros de diferencia entre ambas divisiones.

Es lo que tendrá que recorrer de más el Cádiz si al final se queda en la categoría de plata toda vez que prospere el recurso de impugnación del Hércules-Cádiz. Eso es todavía una hipótesis. A día de hoy, el equipo amarillo haría 5.970 kilómetros, casi todos en autobús (salvando los viajes a Ceuta y Melilla), contando todos los desplazamientos en Segunda B. Una media de sólo 314 kilómetros por cada viaje. Pocas veces ha sido tan cómodo el grupo IV para el conjunto cadista en lo que a este aspecto se refiere.

Muchos andaluces

En esta ocasión no entran los canarios (la división está compuesta por las escuadras de Andalucía, Ceuta, Melilla y Castilla-La Macha), y la gran mayoría de equipos son de la región (15), además de la cercana Ceuta. Pero sin duda, lo que hace más placenteros los desplazamientos es que tres equipos de la provincia (Portuense, San Fernando y Balompédica Linense) están encuadrados en el mismo grupo. A lo que hay que sumar la vecina Sevilla, por lo que en cuatro ocasiones apenas se pasarán los 100 kilómetros.

Un punto a favor de los aficionados, que este año no se arruinarán económicamente siguiendo a su Cádiz por el pozo si los amarillos van bien. Desplazamientos muy cercanos, todos en coche, las entradas más baratas, y menos equipos (aunque con la esperanza de que se compense con los playoffs de ascenso). El estadio más cercano es el de Bahía Sur, en San Fernando, y los más lejanos el municipal de Fuensanta conquense (688 kms), y el Pedro Escartín de Guadalajara (702 kms), los dos de Castilla-La Mancha. Hay que sumar la incómoda travesía hacia Melilla. Pero por lo demás, todo por carretera.

Mucho más lejos

La diferencia con Segunda División es abismal, mayor que nunca. Este año, la categoría de plata se ha alejado del Cádiz, poniendo a sus rivales en las esquinas del país. Contando con que el Córdoba es quien desciende finalmente si prospera el recurso, habrían caído tres andaluces (verdiblancos, Poli Ejido y Granada 74) y llegan Alicante, Rayo, Huesca y Girona, el desplazamiento más lejano por carretera (la distancia mayor es con los canarios).

En total, el club de Carranza recorrería 17.603 kilómetros, con una media de 830 por cada desplazamiento. Es lo mismo que cruzarse toda España de norte a sur casi 20 veces. El rival más cercano es el Xerez Deportivo, a sólo 36 kilómetros, y sólo el paseo a Sevilla para ver al filial se puede considerar un viaje corto. A partir de ahí, la población más cercana en Salamanca, que está a 582 kilómetros de la capital gaditana.

El aumento en la distancia es considerable, principalmente por el ascenso del Málaga y los descensos de tres equipos andaluces. También, y cómo puede comprobarse echando un vistazo al primer gráfico, hay muchos clubes del noreste, sobre todo vascos, catalanes y valencianos. En cambio, la zona noroeste sigue casi deshabitada (sólo Salamanca, y Celta), y los extremeños siguen sin aparecer por la categoría de plata.

Los seguidores cadistas triplicarían el número de kilómetros de una categoría a otra si Competición da la razón al Cádiz. Los gastos también se multiplican (y más con el aumento del gasoil), a la par que las entradas para asistir a los partidos son mucho más caras. Pero seguro que todos prefieren rascarse el bolsillo y no caer de nuevo en el pozo de Segunda B. Si hay que viajar, se viaja. Total, por 12.000 kilómetros más.