Sanlúcar

Condenado a 12 años por raptar y violar a una joven en Chipiona

El procesado eligió a una desconocida a la que atacó con un palo en una calle de Jerez antes de introducirla en su vehículo

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Abordó a una desconocida en la calle, la golpeó con un palo y al perder la conciencia, la introdujo en su Audi A4. Éste fue el principio de la pesadilla que vivió una chica jerezana el 10 de mayo de 2006. Su agresor se la llevó a una vivienda de Chipiona y allí consumó la violación. La Audiencia ha condenado a doce años a Jaime Morales Hermosín, aunque el fallo de la Sección Primera ya ha sido recurrido.

La víctima y el procesado volvieron a coincidir en la misma sala a finales de abril. Jaime Morales fue trasladado al Palacio de Justicia desde la prisión, donde está recluido de forma provisional desde que fue apresado. Como destaca la sentencia, la detención del acusado fue posible gracias a un dato esencial que aportó la joven: en su teléfono móvil pudo grabar la matrícula del coche de su agresor.

La chica volvió a recordar en la vista oral lo ocurrido en 2006. Para el tribunal, su relato fue coherente y coincidente con lo manifestado durante la instrucción. Además el forense que examinó las lesiones que presentaba la mujer testificó en el juicio y vino a reafirmar su declaración. En cambio, destaca el fallo judicial, «contradice la versión del acusado de forma palmaria».

Jaime Morales paró su vehículo sobre las tres y media de la tarde en la confluencia de las calles Caracas y Managua de Jerez y salió con un palo -de 60 centímetros de largo- en sus manos. Se acercó a su víctima, que no conocía de nada, y la agarró de un brazo y del cuello. La joven, al intentar zafarse del desconocido, cayó al suelo y fue en ese momento cuando aprovechó el condenado para golpearla, «al menos dos veces», en la sien y en la nuca.

La mujer perdió el conocimiento y al quedar a merced del agresor, éste cargó con ella y la introdujo en su turismo. La víctima se despertó en el interior del coche y le pidió a su agresor que la devolviera a Jerez. Jaime Morales le respondió que se dirigían a Chipiona y que no intentara escaparse porque estaba activado el cierre centralizado del Audi.

El condenado la llevó hasta una casa que tienen sus padres en Chipiona. La víctima relató que en un principio, Jaime Morales inició una conversación distendida que regó con dos copas de whisky. Cuando la joven vio que el procesado se había tranquilizado, volvió a rogarle que la llevara a Jerez. En ese preciso instante, el violador comenzó a tocarla y ante la resistencia mostrada por ella, la volvió a agarrar del cuello, lo que le hizo perder de nuevo la conciencia.

Tirada en la cama

Cuando se despertó, se encontró tirada en una cama, desnuda y bocabajo. Notó dolor en sus nalgas y supo que había sido penetrada analmente. Su agresor seguía en la vivienda y tras vestirse la chica -recuperó todas sus prendas salvo las bragas que las escondió el condenado en su casa- la llevó a Jerez.

La defensa apeló al sexo consentido y esgrimió la falta de lesiones, como los desgarros anales, que no constaban en el informe médico. Sin embargo, el tribunal entiende que la versión de Jaime Morales «no tiene ni pies ni cabeza» porque reconoció que la había golpeado con el palo, pero que ella se subió por su propia voluntad al vehículo. La única atenuante que le reconoce la Audiencia es que depositó antes del juicio 24.000 euros en concepto de indemnización. Y es que la víctima, además de las lesiones físicas, acreditó tratamiento psicológico con medicación para superar el trauma sufrido.

Las penas solicitadas por la Fiscalía y la acusación particular eran más elevadas. El Ministerio Público fijó su calificación de los hechos en 19 años y medio; mientras que la letrada de la joven pidió hasta 29 años porque entendía que el procesado había incurrido también en un intento de homicidio.

stubio@lavozdigital.es