TRIBUNA

Aprender a crear

Hablábamos de educación en la tertulia radiofónica. Todos profesores, de distintos niveles educativos, salvo Pilar, nuestra anfitriona. La educación sobre la mesa llena de micrófonos. Convenimos, como acuerdo básico, en que íbamos a hablar en primer lugar sobre lo que significa la educación, lo que supone, lo que repercute en todos esos años primeros, importantes, decisivos. Hubo consenso en que hablábamos de bienestar y de felicidad personal, de autoestima y equilibrio, de desarrollo profesional. Y también de gozo, de emociones, de confianza, de humor.

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Lo interesante de la educación, tal y como se planteaba, es que una persona a la que hemos ayudado a construir confianza, resulta, oh sorpresa, que nos la devuelve con creces. Y que además nos devuelve humor, inteligencia, proyectos. Nos lo devuelve a todos, a toda la sociedad, y a todos nos ayuda. ¿Alguien quiere no recibir estas suculentas dádivas? Nos construimos así a nosotros mismos, construimos el espacio común y la cultura en la que convivimos.

¿PISA? Un buen informe. Ayuda a pensar. Un buen análisis, pero como dice De Bono (Pensar por ti mismo) necesitamos más que el análisis, necesitamos el diseño, el proyecto, la percepción estimulante. Y el proyecto es claro. Necesitamos la educación, la descrita arriba, cada-uno-de-nosotros y sin límites de edad. Necesitamos construirnos a nosotros mismos continuamente en confianza, cooperación y diálogo.

Aprender a crear puede ser ese proyecto estimulante y necesario. Crear no es fácil, no estamos hablando de bajar el nivel. Todo lo contrario, para crear hay que saber, hay que saber hacer y finalmente tener una buena dosis de valor y de energía. Es plantarse frente al toro. Crear supone análisis y diseño, síntesis y riesgo y la única forma de aprenderlo es la práctica, después, antes y durante la teoría. Los resultados de ese esfuerzo (ahora que se reivindica 'más esfuerzo' quizá venga bien recordar que nos esforzamos al máximo, más allá de los supuestos límites, en todo aquello en que de una forma u otra nos apasionamos, nos involucramos, lo hacemos nuestro) son una mezcla de satisfacción, sorpresa, divertimento (por la sorpresa), cooperación, aportación de valor a otros. Y gozo, bienestar, autoestima, humor y merecido descanso. Todo esto en todos los campos del saber y del saber hacer.

¿No les apetece?.