Hoy se rastreará por última vez la zona donde desapareció el buzo jerezano

Efectivos de Salvamento Marítimo continuaron ayer buscando sin éxito al submarinista jerezano de 28 años desaparecido el pasado viernes por la tarde mientras practicaba pesca submarina al suroeste de Cabo Trafalgar, en Barbate.

Fuentes de la Subdelegación del Gobierno precisaron que durante la jornada de ayer estuvo sobrevolando la zona el avión Serviola II. Además, la embarcación Gadir rastreó un área comprendida entre Cádiz capital y Cabo de Roche, en Conil de la Frontera; y a su vez, la embarcación Dhube lo hizo entre Barbate y el Cabo de Trafalgar.

Último día

Hoy viernes, cuando se cumple una semana de su desaparición, los medios aéreos realizarán su última búsqueda y ya se ha dado aviso a los navegantes para que estén alerta ante la posibilidad de que encuentren algún cuerpo.

David Guerra, de 28 años y natural de Jerez, desapareció el pasado viernes por la tarde mientras practicaba pesca submarina con tres compañeros más a unas cuatro millas al suroeste del Cabo Trafalgar, en una zona de unos 20 metros de profundidad.

Ninguno de ellos llevaba baliza individual, por lo que sus compañeros, al ver que no salía a la superficie, balizaron la zona en la que se encontraba la embarcación y posteriormente dieron aviso a la Guardia Civil.

Desde entonces, medios aéreos y de superficie de Salvamento Marítimo, Guardia Civil y la Armada han rastreado la zona para tratar de localizar al joven desaparecido.

Petición de la familia

Por otro lado, un tío del joven desaparecido, Roberto Pallarés, se puso ayer en contacto con esta redacción para mostrar el agradecimiento de la familia a los efectivos de Salvamento Marítimo, por el gran trabajo, aunque infructuoso, que han llevado a cabo en estos días, y a los medios de comunicación de nuestra ciudad por el tratamiento dado al suceso y el apoyo prestado.

Pallarés, además, hizo pública la petición de la familia de que la zona donde se vio por última vez a David, el cabo de Trafalgar, sea declarado Parque Nacional al objeto que que esté más vigilada y se eviten más muertes de este tipo entre los aficionados a al pesca submarina.

«Allí han muerto muchísimas personas, porque lo que se ve ahí abajo es tan bonito que engancha como una droga, cada días más y más», señaló el tío de David. «Queremos», añadió, «que se declare el cabo de Trafalgar y la Aceitera como Parque Nacional y así que haya más vigilancia y socorristas en las playas cercanas, que nos los hay».

En cuanto a lo que le pudo suceder a su sobrino, Roberto Pallarés, muy afectado, señaló que «se lo ha llevado la mar» y lamentó el infortunio que acompañó al joven buzo jerezano el pasado viernes: «Es un sitio de corrientes muy fuertes y el pobre se pondría muy nervioso».