DECEPCIONADO. Emilio Jiménez tuvo que ser atendido en San Rafael después de esperar ocho horas en Urgencias del Puerta del Mar. / ÓSCAR CHAMORRO
Ciudadanos

Un hombre con un infarto espera ocho horas para ser atendido en Urgencias

El Hospital Puerta del Mar asegura que era un «enfermo asintomático» y que acudió al centro por precaución médica El paciente decidió irse al hospital de San Rafael cuando le comunicaron que debía esperar dos horas para una cama

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Emilio Jiménez Navas, de 68 años, se recupera en el hospital de San Rafael de un infarto de miocardio. Este gaditano llegó a este centro hospitalario después de esperar más de ocho horas en Urgencias del Hospital Puerta del Mar a que fuese atendido por los facultativos.

Según relató Emilio Jiménez, el martes por la mañana sufría «falta de aliento, y acudí a Vargas Ponce para ser tratado por el cardiólogo». Tras hacerle varias pruebas, «aunque el aparato para hacer el electrocardiograma no funcionaba», apuntó Jiménez, el especialista le recomendó que se trasladara al Hospital Puerta del Mar para que fuese observado de un posible infarto y, según el parte, «se le pusiese un marcapasos al paciente».

Emilio Jiménez tomó el autobús y se acercó hasta Urgencias donde ingresó a las 11.23 horas. Y como él señaló, «ahí comenzaron a jugar con mi vida». El paciente aseguró comenzar a «sentirme peor, pero nadie me atendía. Pasé a consulta y me aseguraron que en cinco minutos bajaría el cardiólogo. Eran las once y media de la mañana. El médico no bajó hasta las ocho de la tarde».

Jiménez continuó esperando en la sala de espera «donde las sillas estaban la mayoría rotas y el ruido era insoportable. Se escuchaba cómo trasladaban muebles, estaban haciendo obras... Y cuando preguntaba al personal que cuándo me iban a atender, me aseguraba, entre risas, que en cinco minutos».

Espera y traslado

Emilio siguió esperando a que acudiese el cardiólogo, «con la boca seca, ya que no había podido comer nada desde el día anterior». Sin embargo, y según el paciente denunciante «lo más dramático fue ver a una chica, desfallecida en una silla, con medio cuerpo fuera, y que no era atendida por nadie». Emilio Jiménez aseguró que «los pacientes pedimos a las enfermeras que ayudasen a la chica, que estaba sola, porque ni siquiera habían localizado a sus familiares». Este gaditano añadió que «cuando la chica se recuperó se levantó de la silla, pero se volvió a caer, permaneciendo más de cinco minutos en el suelo. Nadie se acercaba a atenderla. Fue sobrecogedor».

Ocho horas más tarde de que Emilio Jiménez hubiese certificado su ingreso en Urgencias, fue atendido por un cardiólogo que le diagnosticó «un infarto de miocardio. Sin embargo, el médico me comentó que no podían subirme a planta porque no había camas libres, y que debía esperar una hora más».

La respuesta del especialista provocó que Emilio Jiménez y su mujer decidiesen acudir al hospital de San Rafael para ser atendido de la insuficiencia cardiaca. «Esperamos una hora la ambulancia. Cuando llegó, me llevaron hasta el centro hospitalario del centro, donde me atendieron en Urgencias rápidamente. De hecho, se extrañaron de que, con el cuadro clínico que presentaba, no me hubiese tratado en el hospital Puerta del Mar».

Ahora Emilio se recupera en una habitación del hospital de la empresa Pascual, donde permanecerá ingresado hasta que los médicos consideren que su salud no corre peligro.

Hospital

Desde el Hospital Universitario Puerta del Mar han reconocido que el paciente no fue atendido inmediatamente, ya que pasaron ocho horas desde su ingreso hasta el alta.

Sin embargo las mismas fuentes hospitalarias aseguraron que el paciente no entró en Urgencias aquejado de un infarto de miocardio, «sino que era un paciente asintomático. Es decir, que presentaba un cuadro que podría derivar en un infarto, pero que no presentaba síntomas de esa insuficiencia».

Desde el Hospital Universitario Puerta del Mar añadieron que Emilio Jiménez Navas había acudido al centro de especialidades Vargas Ponce para su visita rutinaria, «y el cardiólogo le aconsejó que se trasladase a Urgencias para que valorasen su cuadro, ya que sufría la obstrucción en una válvula del ventrículo derecho del corazón. Por eso el parte de ingreso sugería la posibilidad de que se le pusiese un marcapasos».

Además, y según fuentes hospitalarias «el paciente se marchó al hospital San Rafael por decisión personal, porque en el hospital se le indicó que se le atendería y se le subiría a planta».

mhuguet@lavozdigital.es