Se perderán 830 trabajos en toda España y se cerrará una factoría

La planta de Cádiz no es la única afectada por el proceso de reestructuración puesto en marcha por Imperial Tobacco tras haber adquirido Altadis. El centro de producción que sale peor parado es el de Alicante que perderá sus 338 puestos de trabajo y será cerrado. La fábrica que tiene la tabaquera en la localidad cacereña de Palazuelo reducirá sus recursos humanos en un 50%, pasará de los 44 empleados que tiene en la actualidad a 22.

No obstante, las plantas de Logroño y Cantabria salen beneficiadas de la reorganización de las factorías de la multinacional británica. En la capital riojana se centralizarán todos los procesos previos a la fabricación del cigarrillo; la ligadura de los tabacos, que hasta diciembre de 2009 se hará en Cádiz, pasará a continuación a realizarse en esta factoría, que aumentará en 89 trabajadores su plantilla.

Incrementos

En Cantabria también se incrementará el personal que trabaja en este centro en 28 empleados. En esta planta se concentrará la fabricación de cigarros puros, lo que ocasionará el cierre de otra de similares características que hay en Bristol, donde se encuentra el centro corporativo de Imperial Tobacco: no sólo las plantas de Altadis sufrirán esta reestructuración. En el Reino Unido se perderán, de hecho, 260 empleos a consecuencia de este plan puesto en marcha por el gigante tabaquero británico.

En Francia se irán al traste más empleos que en España; la suma de Altadis e Imperial da como resultado 4.700 trabajadores, de los que la dirección de la multinacional ha calificado a 1.060 como prescindibles. También hasta otros países llegarán los efectos de la compra de Altadis. En Alemania se reducirán las plantillas en 250 trabajadores; en Polonia, este número alcanzará los 200; en Rusia serán 100 los puestos que se pierdan; y en otros países se sumarán hasta 140.