Muchos más de 40

No hay día donde no se descubra un nuevo nido de ladrones, pero hay que reconocer que hay días más espectaculares que otros. La Policía ha desarticulado en Estepona otra gran trama de corrupción cuyo artículo primero, de inexcusable cumplimiento, era llevarse todo lo que no era suyo.

También tierra dentro se da pródigamente la malversación, el cohecho, el blanqueo de dinero y el tráfico de influencias, pero en los litorales puede afirmarse, sin temor a exageración, que por cada voraz gaviota hay un concejal mucho más insaciable que ella que, además, también suele ser palmípedo. El problema deportivo de España es que se cruzará con Italia en cuartos, pero el problema ético es que sigue cruzándose con los innumerables golfos que se llevan los cuartos.

La moral y las luces siguen siendo nuestros principales problemas a solucionar. O sea, las mismas cosas que Bolívar reclamaba para su so-námbulo imperio. ¿No será España en el fondo un país hispanoamericano? Hay cosas que cuesta mucho admitir como contemporáneas.

La naturaleza humana quizá permanezca invariable, pero no los sistemas de control. La ciencia política no garantiza la decencia, pero sí hace posible que los sinvergüenzas sean detectados a tiempo y excluidos de la administración antes de que se hayan inflado de robar. Después le va a dar lo mismo. La palabra restitución ha sido eliminada.

Sólo tienen que tener paciencia y después de una temporada a la sombra, volver a la Costa del Sol a disfrutar de lo robado.