EN VISTA ALEGRE. Cayetano Rivera Ordóñez, el torero modelo de Armani, torea el viernes en el coso bilbaíno. / REUTERS
CAYETANO RIVERA ORDÓÑEZ TORERO

«Es ridículo enfrentarme a mi hermano»

El diestro que acompañó a José Tomás en su regreso triunfal en Barcelona torea el viernes en Bilbao

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Personaje de carácter introvertido y receloso, Cayetano ha encontrado por sí mismo las razones que empujan a los hombres a entregar su vida a la Tauromaquia. No le gusta generalizar, ni pretende hablar por boca del colectivo de los matadores de toros, «cada torero somos un mundo», dice. Esta temporada ha asumido el reto de presentarse en las grandes plazas. El viernes lo hará en Vista Alegre, coso en el que se despidió de novillero, matando en solitario seis novillos de distintos hierros. Al igual que sucedió en Valencia y Madrid, para el toreo sería una buena noticia que superara con éxito el trago bilbaíno.

-¿Jugar a diario con la muerte le hace sentirse más vivo?

-Cuando te expones a morir, aprendes a valorar, a disfrutar y a exprimir el día a día. No sé si terminas sintiéndote más vivo. Te haces mucho más sensible a todo cuanto sucede a tu alrededor y terminas por quitarle importancia a muchas cosas que, enredadas en la rutina diaria, tienen mucho menos valor del que inicialmente le otorgamos.

-Un estudio del doctor Juan Carlos Illera revela que los matadores de toros, durante la lidia segregan cantidades de cortisol que colapsarían cualquier organismo. ¿Están hechos de otra pasta?

-¿De verdad? Es gracioso porque cuando sangro, juro que lo hago igual que el resto de los mortales... (Silencio). Los toreros pasamos unos tragos aterradores... Lo que sí puedo confirmar es que en muchas ocasiones siento el bombeo, los latidos, de mi corazón... pero de la misma forma que siento la respiración del toro, su mirada, incluso sus intenciones. Son momentos muy difíciles de explicar... La experiencia acumulada nos adapta a situaciones de estrés límite, la confianza y la seguridad delante del toro te la da el oficio. Pero nos jugamos la vida. Digamos que nos preparamos para afrontar dichas situaciones.

-¿Sigue pensando que es más fácil ser astronauta que torero?

-Lo que quería decir es que, en mi caso, ser matador de toros suponía una gran responsabilidad. ¿Mire mis apellidos! Mis antepasados no han sido unos cualquiera. Paquirri, mi padre, murió en una plaza. Para mí hubiera sido mas sencillo elegir otro camino. ¿Ojo! (risas) tampoco quiero decir que hubiera conseguido ser astronauta...

-Dice que no se ve 10 años más en activo. ¿Qué retos se ha marcado?

-A la edad en que yo he confirmado la alternativa muchos compañeros están pensado en retirarse. Debo ser consciente de que el tiempo corre en mi contra. Espero poder irme del toreo antes de que mi cuerpo empiece a sentirse limitado. ¿Retos? Tengo muchos: Llegar a lo más alto en mi profesión, pero mi próximo objetivo, es salir a hombros en Bilbao.

-¿Continuará su idilio con la afición de Vista Alegre?

-Mi abuelo, Antonio Ordóñez, me trasmitió un inmenso cariño por Bilbao. Me sentí a gusto desde el primer día. ¿Hubo simbiosis con el público! Por eso elegí Bilbao para despedirme como novillero.

«Torear lo es todo»

-Su campaña de 2007 estuvo cargada de percances. ¿Las cornadas impidieron que terminara de tomar el pulso a la temporada?

-En el toreo no estás hecho de la noche a la mañana. El oficio no surge por generación espontánea. Torear lo es todo, es muy importante no perder el contacto con el toro, el tacto de los trastos, el ritmo de la embestida... Perdí 30 corridas. Las cornadas siempre frenan, pero... creo que he sabido tener paciencia.

-¿Le afectó el hecho de que los percances fueran tan seguidos?

-Sí. Sales de una cornada y te vuelve a coger un toro... ¿y después las fracturas de huesos! Me llegué a sentir impotente. ¿Pero soy torero! Mi obligación es estar preparado para asimilar los accidentes.

-El 17 de junio de 2007, cuando reapareció José Tomás, compartió con él salida a hombros...

-Que en mi primer año de alternativa, en la tarde de mi presentación en Barcelona, en la fecha de la reaparición de un torero tan esperado como José Tomás, cortara cuatro orejas y saliera a hombros por la puerta grande, me dio mucha moral.

-Este año se presenta en los principales cosos...

-Quiero continuar mi proyección. Durante todo el invierno he trabajado con la ilusión de verme en el patio de cuadrillas de Madrid, Bilbao, Valencia... por credibilidad profesional y por orgullo personal. No concibo mi futuro de otra manera.

-¿Le sorprendió el magnífico recibimiento de Las Ventas el día de la confirmación?

-He tenido la gran suerte de entrar en ese público venteño.

-Cortó una oreja que le supo a... (corta con celeridad)

-Satisfacción. Es difícil de explicar. Hay mucho de sacrificio, dedicación y preocupación detrás de esa oreja. Sentí es una gran satisfacción.

-Ausente de Sevilla y Pamplona por su firme intención de negociar sus derechos de imagen con las televisiones. ¿Siente que lucha contra molinos de viento?

-No tiene nada de quijotesco, ni creo estar loco. Sólo intento ser consecuente. No busco polémica, defiendo mis derechos. Mi ausencia de la Maestranza de Sevilla y de Pamplona, puede que de Zaragoza, se debe a que las empresas no han querido que negocie mis derechos de imagen directamente con los responsables de la televisión. Habría que aclarar que una cosa es la contratación para actuar en una corrida de toros y otra muy distinta la contratación televisiva. No tienen nada que ver una cosa con otra.

-Con todo lo que jugó de pequeño con su hermano Francisco a los Sanfermines. ¿Le duele especialmente no presentarse como matador en Pamplona?

-Sí. Mi abuelo era un pamplonica más. Disfrutaba una barbaridad. Es una plaza que siento fa-miliar, es una ciudad muy significativa para nosotros. Me encantaría torear en San Fermín. Todo se andará.

-¿Es uno de los toreros responsables del reencuentro de los toros con el mundo cultural?

-Nadie puede ocultar que ha habido un tiempo en que el mundo del toro perdió el contacto con personalidades del ámbito cultural, me da igual la disciplina y la nacionalidad. ¿Con la cantidad de artistas que se han inspirado en la Tauromaquia¿ Por fortuna son dos mundos que vuelven a caminar de la mano.

-¿Por qué determinados taurinos se empeñan en enfrentarle con su hermano Francisco Rivera Or-dóñez?

-Digamos que lo he percibido, pero pierden el tiempo. Es evidente que contamos los paseíllos que hacemos juntos, pero porque lo pasamos doblemente mal. Cuando eres tú el que está en la cara del toro por lo menos sientes, o por lo menos crees que manejas la situación, pero cuando estás detrás de las tablas viendo a tu hermano la impotencia es total.