Rajoy: «No voy a ir a por nadie en el Congreso Nacional del PP»

Mariano Rajoy ha decidido no mostrar rencor hacia los 'populares' que le han criticado con dureza desde que el PP perdiese las elecciones generales. El líder del partido ha explicado que en el Congreso Nacional -que la formación celebra este fin de semana en Valencia-, "no va a por nadie" sino que "voy a por un partido abierto". Sin embargo, no ha dejado escapar la oportunidad de apostillar que en cualquier faceta de la vida "te encuentras con gente que no es honorable".

En una entrevista ofrecida a RNE, Rajoy ha asegurado que no le parece mal que haya un debate antes del XVI Congreso Nacional, "lo importante es que después la situación se normalice, aunque haya personas dentro del partido con distintas ideas". Sin embardo, a los que le critican con saña les ha dedicado una frase de Wiston Churchil: "Un fanático es alguien que no puede cambiar de mentalidad y no sabe cambiar de tema".

A este respecto, ha explicado que respeta la idea de María San Gil de no acudir al Congreso que comienza el viernes en Valencia, una decisión que sucede por las desavenencias ya expresadas por la dirigente 'popular' sobre la redacción de la Ponencia Política y a su intención de no continuar en la presidencia de la formación en el País Vasco.

Preguntado por si cree que a pesar de su complicada situación saldrá reelegido en el Congreso, Rajoy, que también tiene voluntad de ser candidato a la Presidencia del Gobierno en 2012, ha explicado que lo que quiere es "que gane el Partido Popular", y para ello trabajará por un partido "moderado, abierto e independiente". Además, ha añadido que el centro "no es propiamente una ideología", sino "una actitud", que implica "tener capacidad de dialogar con todos".

Relaciones con los 'populares'

Tampoco ha querido dar relevancia a la polémica creada porque Aznar y Fraga intervengan el sábado por la mañana en el Congreso en lugar del domingo, tal y como estaba previsto, y ha asegurado que se ha hecho para "reducir" la última jornada del cónclave y evitar acabar muy tarde. "La razón no es política. Yo hablo el sábado también y probablemente el discurso más importante es el del sábado, porque allí les pido el voto y que me den su confianza", ha aseverado. Además, ha presumido de la "muy buena relación", aunque "no intensa", que mantiene con el ex presidente.

En referencia a la gran expectación que se cierne sobre el posible sustituto de Ángel Acebes, Mariano Rajoy ha querido desmentir que exista "secretismo" alrededor del futuro secretario general y ha evitado señalar a ninguno de los posibles candidatos, aunque ha elogiado la labor realizada por Pío García Escudero y Esteban González Pons. La incertidumbre se mantendrá hasta este viernes en el seno del PP.

«Vamos a ver cómo lo hace el Gobierno»

El líder 'popular', que mantendrá una reunión con el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, probablemente en julio, pretende abordar en la misma "tres o cuatro asuntos que están sobre la mesa" y que ya planteó en el debate de investidura, como las pensiones, el terrorismo, la política exterior y la justicia, sobre los que ha expresado su "voluntad de llegar a un entendimiento".

A pesar de la disposición a dialogar anunciada, Rajoy ha insistido en que el Ejecutivo "se está equivocando" en materia económica, en primer lugar por "no decir la verdad" respecto a la crisis y, en segundo, por no adoptar medidas y no gobernar".

Se ha referido asimismo a las medidas anunciadas por el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, contra la inmigración ilegal, y ha asegurado que le parecen "bien" porque, entre otras cosas, "eran las mías". En ese sentido, ha afirmado que el Ejecutivo "parece que quiere acercarse" ahora a las propuestas que él hizo sobre inmigración, economía o política antiterrorista antes de las elecciones y ha añadido: "Vamos a ver cómo lo hace. No juzgo intenciones, juzgo los hechos".