VARIEDAD. Alguna de las viejas botellas que Antonio Tirado comercializa por tres euros.
Jerez

El casco de toda la vida

Botellines, botellas de un litro, de tres cuartos y tercios son algunas de las curiosidades que Antonio Tirado vende de pueblo en pueblo

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Las recientes generaciones que se van incorporando a esta sociedad más respetuosa con el medio ambiente y con las oportunas medidas higiénicas, quizá desconozcan que hubo una vez una época en la que existían los cascos de botella de intercambio. Estos envases tenían su valor y por llevarlos a la tienda sólo se pagaba el interior del recipiente. «Era todo más antihigiénico, está claro. Ahora hay más control», opina Antonio Tirado sin faltarle razón.

Como testigos de lo que fueron aquellos envases de cristal que llevábamos a las tiendas de alimentación para cambiarlos por otros repletos de líquido elemento, quedan ahora las botellas que Tirado vende de un pueblo a otro. «Lo mío es la antigüedad rústica, o sea, del campo. Estos cascos de botella los conservo porque se hacían en Córdoba y yo voy mucho por allí a comprar antigüedades. Allí, por ejemplo estaba la fábrica de las botellas de La Gaseosa y de La Revoltosa», afirma.

Hace unos años, la empresa del agua con gas que tenía como emblema una graciosa casita roja quiso celebrar un determinado aniversario con la puesta en el mercado de un número de botellas de vidrio rematadas con aquellos tapones blancos de cerámica tan originales que llevaban un entramado de acero y que actuaba como contrafuerte, sellando la botella con una gomilla naranja que se cernía alrededor de la boca.

Antonio Tirado comenta al respecto que «las mías son auténticas; éstas las he sacado de unos cortijos que hay en Pedroche. Había muchas tiradas. Yo las encontré, las pedí y me las dieron. Estas no son aquellas que dieron hará ahora unos cuatro años», complementa.

Según nos cuenta nuestro especialista en cascos de botellas, las que son verdaderamente complicadas de encontrar con las de refresco de tres cuartos. Se trata de una rareza casi inexistente que Antonio conserva entre sus abundante género de envases de cristal para el recambio.