Rafael Lorente fotografiado el pasado viernes en el centro. / C.O.
RAFAEL LORENTE HERRERA ESCRITOR, POETA Y EMPRESARIO

«Ya no hay señoritos; la gente que tiene prestigio en Jerez hoy día es por su profesión»

Es un jerezano de pro, polifacético como pocos y un gran enamorado de su tierra y de sus costumbres. Rafael Lorente ha iniciado en LA VOZ una serie de reportajes sobre los apellidos más conocidos que ha dado nuestra ciudad en las últimas décadas. Bajo el título de 'Mis Familias Preferidas' el escritor recorrerá los sábados y de forma quincenal la historia de esas personas que han ido construyendo poco a poco lo que hoy conocemos como Jerez. La colección comenzó el sábado pasado con los Agarrado y así continuará en orden alfabético. Hemos hablado con él de esas familias jerezanas.

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- ¿Por qué 'Mis Familias Preferidas? ¿De dónde surge?

- Bueno, porque yo creo que en Jerez se va expandiendo la explosión demográfica, aunque no ha sido muy grande, pero su expansión hace que la gente se vaya al extrarradio, cada vez nos conocemos menos las personas, cada vez conocemos menos a las familias tradicionales de Jerez, aquellas familias que han dejado su voz y su impronta dentro de la sociedad jerezana. Y yo creo que merecen que las traigamos a las páginas de LA VOZ para que los jóvenes y no tan jóvenes, gente de cuarenta años, de treinta, que sepan que aquí ha habido una serie de familias que han hecho posible el Jerez actual.

- Parece ser que a la gente que nos visita les llama mucho la atención la presencia que tienen los apellidos en nuestra sociedad. ¿Ha pasado ya esa época de las grandes familias jerezanas?

- Yo creo que ha pasado para algunas familias, para otras no. Por ejemplo, no pueden pasar los Badanelli, que son médicos y abogados, odontólogos, profesionales actuales, con un prestigio ¿no? Por ejemplo, los Agarrado, que está el cardiólogo, el farmacéutico, gente que está en la vida cotidiana de Jerez. Es verdad que debido a lo complejo que ha sido el negocio del vino, pues esas grandes familias vinateras, es verdad que han pasado, pero algunas de ellas todavía siguen. Y hay descendientes, hijos y parientes de estas familias que continúan trabajando en sitios como Domecq, que siguen yendo como químicos y enólogos a muchísimas partes del mundo, que recogen premios. Es decir, que no, no han pasado del todo las grandes familias. Hay muchos de ellos que por méritos propios continúan en el candelero de la vida social jerezana.

-Lo que si ha quedado atrás, quizás, es la época de los señoritos ¿no?

- Si, eso ya ha pasado hace tiempo. Ahora en Jerez ya no hay señoritos, hay gente trabajadora. Aquellas personas ociosas que vivían de la renta ya se han perdido. Hoy la gente que hay que tiene prestigio es por su profesión y por su categoría humana.

- Es decir, que tener un apellido en Jerez ya no significa ser un señorito.

- No, no. Tu puedes tener un apellido, pero el prestigio se lo tienes que dar tú. Después viene tu apellido. Aquello de vivir del apellido, el yo soy de tal o cual familia jerezana, ya no existe. Ahora el prestigio se lo tienes que dar tú, sino tu apellido se depaupera por día, además. De hecho, hay algunos que se han depauperado. Hay familias jerezanas que tenían un prestigio por el apellido y al disolverse sus sociedades o sus grandes negocios pues se ha perdido el apellido.

- En ese aspecto también ha cambiado mucho la ciudad en los últimos cuarenta años.

- Si, Jerez, como toda la sociedad española, ha evolucionado. Y el progresismo ha traído muchos cambios sociales. Pero yo creo que aquellas familias que vivían del apellido eran las que tenían patrimonio. Era debido al patrimonio y ya el patrimonio no existe, se ha disuelto, se ha dividido mucho. Las familias que hoy progresan y son familias notables no son las aristocráticas, sino familias que trabajan, que son trabajadores y dan prestigio a Jerez por su profesión.

- En la primera entrega de 'Mis Familias Preferidas' la semana pasada hablaba de los Agarrado y narraba una anécdota muy simpática con Lola Flores y una olla de berza como protagonistas. ¿Ese va a ser el estilo de los artículos que podremos leer en el futuro?

- Bueno, hay familias con las que seguiremos otra tónica, pero siempre manteniendo todo el rigor sobre la historia y los orígenes de cada una de ellas. Todo lo que digamos será verídico porque yo me voy a surtir, también para las anécdotas, de las propias familias. Pero, claro, yo siempre trataré de que esto sea divertido y tenga su nota de humor, sino va a ser aburrido hablar de tantas familias jerezanas. Siempre trataré de contar lo más agradable, y las penas y banalidades las dejaremos a un lado.

- ¿Cómo se está documentando para un trabajo de estas características?

- Directamente, con las familias. Por el conocimiento que tengo con ellas. Me dirijo a las personas mayores de la familia, me acerco a ellas. Primero tengo un contacto telefónico, después voy a sus casas, les pido fotografías...En fin, directamente con ellas porque la verdad es que tiene que ser que en esa familia haya habido un artista o alguien muy notable para que aparezca con todo lujo de detalles en las hemerotecas o en los libros. Hay pintores que están, hay escultores que están, hay cirujanos, los Aranda, pero otros no están.

- Entre sus familias preferidas, ¿hay alguna más preferida que otras?

- Para mí, las que tienen una mayor importancia son las que han dejado una huella en Jerez por su profesión o por su arte. Los médicos, los cirujanos, Fermín Aranda, el padre de los Arcas, los pintores, el doctor Badanelli, por ejemplo, una personalidad muy singular. Los Badanelli venían de Florencia y arribaron a El Puerto de Santa María, y dejaron huella en El Puerto, en Sanlúcar y aquí en Jerez. De familias así nos surtiremos. Este tipo de personas yo creo que son las que le interesa actualmente algo a la gente.

-¿Jerez ha sido una ciudad muy prolífica a la hora de parir buenos profesionales y artistas?

- Si, si, si los ha habido. Y si no en cantidad, en calidad. Ha habido personajes y hay de mucha trascendencia. Pero bueno, yo creo que como en todas las ciudades de España.

-Lo que ocurre es que aquí para triunfar, en muchos casos, ha habido que salir de Jerez.

- En lo que se refiere al arte, sí. Porque Jerez ha sido una ciudad inculta, con escaso interés por la literatura, por la pintura...Tenemos que tener en cuenta que aquí estamos en el último reducto de Europa y en el siglo pasado aquí un artista si quería destacar tenía que irse de Jerez, tenía que irse a Madrid. En todos los sentidos, porque un cantaor flamenco, el que era bueno no podía vivir en Jerez porque aquí vivía pues de las fiestecillas que salían. Tenía que irse a Sevilla o a Madrid.

- ¿Eso sigue ocurriendo hoy día?

- Sigue pasando en determinadas profesiones. Porque es que, claro, donde te dan la categoría y la importancia y donde te das a conocer es en Madrid. Pero bueno, hoy día hay muy buenos profesionales, por ejemplo, en la medicina, que se van a Madrid, hacen su doctorado en Madrid, terminan su carrera y después se vienen a ejercer a Jerez.

- ¿Puede ser uno profeta en su tierra en una ciudad como la nuestra?

- Hay que ser muy bueno, hay que ser muy bueno. Aquí tenemos un artista de primera categoría, que es Carlos Ayala, que a cualquier parte de España que fuera sería un número uno. Y a él le da igual quedarse aquí que irse allí a La Corta. Él quiere ser un número uno. Si no eres un fuera de serie es difícil ser profeta en Jerez y meterte en ese maremagnum y poder coger las migajas del arte para un día destacar.

- Al margen de todas las familias que se nos pueden venir en un momento dado a la mente. ¿Cree que saldrán nuevas sagas de una ciudad como el Jerez del siglo XXI?

- Sí, sí porque hoy los jóvenes cada vez se preparan más. El poder adquisitivo de los padres ha aumentado y hoy en día ha hijos que están estudiando en Inglaterra, en Oxford, en Madrid. Y los padres hacen un esfuerzo para que estos niños, los que tienen inteligencia, recursos y capacidad, se eduquen y se formen en el mejor sitio. Y, sin lugar a dudas, ya tenemos sagas de jóvenes con una categoría grande. De los mismos Agarrado que hemos editado en la primera entrega, hay chavales de categoría, cardiólogos, arquitectas, gente preparada.

-En la introducción de 'Mis Familias Preferidas' parafraseaba usted a Joaquín Rivero para decir que en Jerez hemos tenido abuelos empresarios y de prestigio, hijos ricos y nietos pobres.

- Si porque esta sociedad jerezana no ha tenido formación. Los padres fueron gente muy trabajadora que apostaron por el negocio del vino y el vino tuvo un éxito impresionante y se hicieron millonarios, pero los hijos no se formaron, no supieron luego administrar el negocio de los padres, y el vino de Jerez se está viniendo abajo, también por otras muchas razones. Pero estas familias se han disuelto y los nietos son pobres actualmente.

-Hablar así abiertamente de Jerez, sin complejos ¿no le preocupa?

- A mí no. Yo soy un profesional libre y vivo de mi trabajo. Y en este aspecto yo creo que Jerez debe destaparse ya. Es verdad que aquí hay todavía una fuerza mediática por parte de esas familias, pero bueno, yo voy a decir las cosas claras. Hay familias en Jerez de esas que eran millonarias, que dan pena, que han perdido todo su patrimonio por la mala cabeza y la mala gestión que han tenido los hijos con sus bodegas, con sus campos, con sus fincas; gente que tenía varios cortijos y hoy en día no tienen nada. Yo, no obstante, seré discreto. No se trata de herir a nadie, se trata de informar y contar la historia tal como fue, pero no vamos a hacer daño a nadie. Los artículos no van a tener tintes agrios, la acritud no creo que sea buena y la gente entonces no nos va a leer, que es de lo que se trata.

- Volviendo a 'Mis Familias Preferidas', ha empezado por los Agarrado y se entiende que será una sucesión de familias por orden alfabético ¿no?

- Si. Seguiremos con la letra 'a' que va a haber cuatro apellidos. Ahora vendrán los Agüera, después los Arcas y después los Aranda. Y después pasaremos a la 'b'. Vamos a hablar de los Badanelli, de los Benítez, de los Belmonte y de los Bohórquez. Siempre y cuando tengamos algo que decir nos pararemos en todos los apellidos destacados de Jerez y sino pasaremos al siguiente.

-Enhorabuena, Rafael, porque estoy seguro de que va a ser un éxito.

-Muchísimas gracias a LA VOZ por darme la oportunidad de publicar estas historias de nuestra ciudad.