SOUTH 36.32 Cádiz

Juan Vidal propone un regreso a la dulzura del pastel

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Es realmente complicado resumir todo lo que ocurre allí. Pero aún es más difícil pasar por la puerta y poder resistir la tentación de entrar. Una vez en el interior es imposible dejar de mirar hacia todos los lados, observar curioso -e incluso asombrado- cada detalle, cada movimiento o gesto que vuela por alrededor. Lo llaman South 36.32 N y ayer aterrizó con todas sus armas en el Baluarte de la Candelaria. La muestra de jóvenes diseñadores de Cádiz, en la que colabora LA VOZ y a la que contribuyen entidades como el Ayuntamiento de Cádiz y Cajasol, cumple con esta edición su tercer año de vida. «Esto va a más», comentaban por el showroom unas diseñadoras. «Queremos convertir Cádiz en el centro de la moda de vanguardia del Sur», anunciaban las promotoras Solitas los días previos.

EL DESEMBARCO

Llegan los diseñadores

Desde la mañana se presentían las ganas de moda con las que llegaban muchos. «Esto es increíble: el sitio, la gente... ¿todo!», comentaban las mallorquinas Carmen Tomas, de Bizarre Formas, y Beatriz Zamora, de la firma de complementos Qué cosa más linda. Ambas creadoras aterrizaban en el Baluarte atraídas por el atractivo del encuentro. «Habíamos escuchado hablar de esto y queríamos estar aquí». A unos me-tros, la sevillana Ana Morón se explicaba pletórica en su stand. La joven, finalista al premio revelación en la última edición de la pasarela Simof presenta sus originales trajes de flamenca. «Son estampados únicos en el mundo porque los hago yo». A su lado, maniquíes vestidos de volantes, croché y telas dibujadas con muñecas recortables que sorprende a quien solo entiende de lunares, rayas o flores. «Tengo toda la colección vendida. Traigo de exposición».

De diseñar junto a Mariscal o de trabajar con Montesinos de infografista directamente a South. Begoña Olite, de la firma Begoliete, abrazaba entusiasmada su lugar en el showroom. «El complemento es ya una parte indispensable de la moda. Hasta Zara lo ha entendido», comentaba al otro lado de un mostrador inundado de propuestas coloristas de joyas geométricas y materiales industriales. «Esto es maravilloso. Nos queremos venir a vivir aquí».

El mismo entusiasmo demostraba una habitual en certámenes de moda de vanguardia. Mó-nica Lamberti, Mamita Linda para las etiquetas, desprendía desparpajo y oficio de plumista a la vez que no paraba de enseñar sus originales tocados y accesorios a la numerosa clientela que se arremolinaba en torno a su puesto. Conquistado el mercado nacional y pendiente ahora de empezar a vender en Nueva York, Mónica considera fundamental la presencia en internet. «Vendo a todo el mundo. Vivimos en el mundo de la comunicación, lo de ser de provincia o capital ya está pasado de moda».

TALENTO DE LA TIERRA

Gaditanos en South

Nada más llegar al stand de Paco Varela sorprende el dibujo de un pulmón estampado en relieve sobre una camiseta. «Lo hice un día sin más y al final se ha convertido en el icono de mi marca», explica este gaditano que ahora vive en Lisboa. «Trabajo para una diseñadora de allí». Antes de eso, pasó de trabajar como dependiente para Inditex a ser diseñador del emporio de Amancio Ortega. Incluso, «en Lefties llegaron a vender una camiseta mía», recuerda de aquella etapa. «Ellos tienen un coste para todo mucho más barato. No te sale igual hacer cien que hacer mil pedidos».

La puertorrealeña Soraya Cabeza no deja de colocar bien las perchas de su colección. Y no es para menos. Es su primera vez en South y la joven diseñadora presenta nueva marca: «Se llama Xircuito y es para una mujer que quiera estar guapa y cómoda», describe con la inquietud de una debutante. «Mira, yo lo he hecho todo: lo he diseñado, cortado, cosido, montado... y el catálogo me lo ha hecho una amiga mía que es fotógrafa. Yo me lo guiso, yo me lo como».

Cerquita de Soraya, al otro lado de la pared tres gaditanas se estrenan también en el Baluarte. Su marca, Boliche, y su seña de identidad: la originalidad y el color de una línea de accesorios que ya ayer estaban causando sensación en la feria. «Es difícil triunfar en la moda desde Cádiz pero se van haciendo cosas. Esto es una gran oportunidad para muchos de nosotros porque conoces gente, coges contactos, hablan de tí... es importante».

COCKTAIL, AMIGOS Y CHARLA

Dotes de relaciones y negocio

«La moda es un negocio. Eso de que es arte está bien pero hay que vender», Pedro González, editor de moda y agente de la agencia Doble Erre de Sevilla, acudía a la presentación del certamen con la experiencia de organizar eventos como el Simof y otras pasarelas. Junto a otros participantes del certamen acudía a un cocktail con el que se les daba la bienvenida. «Me quedo aquí para siempre» se oía en la terraza del Centro Reina Sofía. A un lado la Catedral y al otro: un mar siempre lleno de nuevas corrientes.