AMENAZAS. Varios transportistas intentaron impedir ayer el paso de un camión al muelle de Cádiz. / ÓSCAR CHAMORRO
Jerez

El miedo a represalias paraliza el transporte y amenaza el abastecimiento

Los piquetes de transportistas bloquearon la entrada y salida de camiones en los muelles de Cádiz y de la Cabezuela y en varios polígonos industriales de la provincia Los enfrentamientos entre camioneros se suceden por todo el país, con cortes de carreteras y ataques a vehículos; el tránsito de mercancías queda prácticamente detenido

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La práctica totalidad de camiones de la provincia de Cádiz paralizó ayer su actividad, para evitar los enfrentamientos con aquellos transportistas que adelantaron la huelga de camioneros a la madrugada del viernes. En principio, el paro estaba previsto para mañana, y estaba convocado por una de las múltiples asociaciones del transporte, Fenadismer, en protesta por los altos precios del gasóleo. Sin embargo, las movilizaciones se adelantaron inesperadamente por la Plataforma del Sector de Transporte de Mercancías, que aglutina a camioneros autónomos.

A lo largo de todo el día se vivieron momentos de alta tensión. De un lado los convocantes de la huelga y de otros los transportistas que ayer aún circulaban para descargar mercancías. No todos lograron hacerlas llegar a buen puerto, ya que fueron paralizados en las carreteras. Otros que sí lo consiguieron tuvieron que sortear barreras de piquetes, en ocasiones, con los ánimos caldeados, que se situaron en los principales puntos de abastecimiento y trasbordo, como los puertos y los polígonos industriales. En el muelle de Cádiz, medio centenar de transportistas bloquearon por la mañana la salida de vehículos. La consigna inicial era permitir sólo la descarga de camiones, pero no la salida con mercancías. Sin embargo, ya entrada la tarde, con los ánimos más crispados, los piquetes impidieron también la entrada de camiones. Al grito de «aquí ya no descarga nadie más», obligaron a dar media vuelta a casi una decena de trailers. La sangre no llegó al río, pero llovieron amenazas. «Como entréis, mejor que durmáis dentro y que no salgáis», «vamos a volcaros y quemaros los camiones», y otras advertencias de este tipo eran suficientes para doblegar a los conductores. La llegada de más agentes de policía atemperó la tensión, y finalmente los camiones descargaron en puerto, aunque bajo nuevas amenazas. Los piquetes informativos se repartieron en distintos polígonos de Jerez y Chiclana, como el de Pelagatos, así como en el muelle de la Cabezuela, en Puerto Real.

Las amenazas se llevaron a cabo en la carretera, llegándose a lanzar piedras contra camiones y a reventar neumáticos, confirmaba Antonio Gutiérrez, presidente de la Asociación de Transportistas gaditanos, aunque «no dentro de la provincia de Cádiz». En otros puntos de Andalucía, como Écija (Sevilla) y Bailén (Jaén), grupos de huelguistas cortaron el paso de las mercancías. Y en Cataluña y Valencia se bloqueó la autopista del Mediterráneo, AP-7. Las colas y movilizaciones se repitieron en varios puntos de España.

Gutiérrez criticó ayer «la forma en que se ha llevado a cabo la huelga», aunque manifestó que desde la asociación gaditana «se respeta el derecho a pararse tanto como el derecho a trabajar». Aunque asegura «comprender la situación» que ha llevado a los autónomos a adelantar el paro, lamentó que se haya convocado de manera apresurada , «avisando de hoy para hoy».

Está previsto que las recargas de mercancías de largo recorrido que suelen realizarse los fines de semana también se suspendan entre hoy y mañana. No todas las empresas han podido tomar medidas previsoras ante las consecuencias de la huelga, denunciaba a este periódico la Asociación de Transportes gaditana, por lo que el abastecimiento de todo tipo de productos, desde alimentos a carburantes, puede verse amenazado a partir del lunes.