Dragados cierra su participación en la construcción del segundo puente

El periodo vacacional obligado para la plantilla de Dragados Offshore no alcanzará las dos semanas. La dirección de la empresa comunicó ayer a los representantes de los trabajadores que, como adelantó este periódico hace unos días, ya se ha cerrado el contrato de participación de la compañía en la construcción del segundo puente que unirá a Cádiz con Puerto Real. En sus instalaciones se harán los cajones de hormigón que pasarán a integrarse en el viaducto.

El día 16 se incorporará el primer grupo de empleados fijos y a fin de mes ya estarán todos trabajando. Probablemente en julio, la empresa comenzará a ponerse en contacto con los primeros eventuales, que se incorporarán en grupos de alrededor de 35 operarios cada siete días, en función de las necesidades de mano de obra. En total, serán unos 440 trabajadores los que participen en este proyecto. La cifra se antoja pequeña si se piensa que el pasado martes fueron 600 los que se fueron a casa de vacaciones forzosas.

«No es para tirar cohetes, pero nos temíamos algo peor», apuntó Juan Antonio Guerrero, miembro del comité de empresa por UGT. El representante sindical admitió que tienen confianza en la compañía antes de revelar que Dragados aún no ha dado por perdido el proyecto de construcción del MPF01, el barco de perforación de yacimientos petrolíferos cuyos trabajos se suspendieron el pasado martes a causa de los impagos del cliente, la corporación noruega MPF. No obstante, admitió que la empresa lo ve complicado.

Aunque el contrato de los cajones del segundo puente no es tan suculento como los últimos acometidos en las instalaciones de Dragados, hay otra luz en el horizonte, la del proyecto Castor. Se trata de una plataforma que utilizaría como almacén de gas un yacimiento ya explotado a 20 kilómetros de la costa valenciana. Los barcos acudirían a él a depositar el combustible que llegaría a la Península por tuberías submarinas hasta un descompresor que se instalaría en la costa levantina. Aún se tiene que redactar el informe de impacto ambiental, pero si se cumplen las previsiones de la compañía, se podría firmar en agosto e iniciarse los trabajos en enero. Supondría 18 meses de carga de trabajo.

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