FALLOS. La defensa de la selección volvió a mostrar una preocupante falta de efectividad. / EFE
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Un toque muy serio de atención

España decepciona ante EE UU con errores defensivos de bulto y un juego vulgar y mediocre en su último ensayo antes de su debut ante Rusia

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España se estrelló en El Sardinero contra Estados Unidos y recibió un toque de atención muy serio en el último ensayo antes de su debut en la Eurocopa, el próximo martes ante Rusia en Innsbruck. Todo salió mal, rematadamente mal, hasta el punto de que la afición cántabra silbó a los hombres de Luis Aragonés en varias ocasiones.

La selección ganó por la mínima gracias a una jugada personal de Xavi, pero la victoria sólo tiene valor estadístico. Las sensaciones son las que importan, y en Santander, a sólo seis días de su estreno en Austria, fueron nefastas. Al de Hortaleza le queda mucho por hacer si quiere marcharse a lo grande. Nada de pruebas, al menos en el equipo titular, ante Estados Unidos. La Eurocopa está a la vuelta de la esquina y el técnico apostó por el mismo bloque que se enfrentó el sábado a Perú. Su mensaje tenía una doble vertiente. Por una parte, confirmar que el esquema de un solo delantero y un poblado centro del campo es que el más le convence. Por otra, transmitir confianza a un grupo que salió algo tocado del anterior amistoso y que necesitaba una buena dosis de autoestima. Así se explica que Puyol y Marchena repitieran en el once inicial a pesar de los desajustes defensivos de aquel choque. Y que Xabi Alonso jugara otra vez por delante de ellos.

Sólo estuvieron dos nuevos, pero por la necesidad de cubrir las lesiones. Cazorla hizo de Iniesta y Cesc tuvo la oportunidad de demostrar su calidad por la baja de Villa, en la enfermería tras el último entrenamiento. A nadie le extrañó que los estadounidenses se cerraran sin complejos. Entraba en el guión y, además, la selección tiene que acostumbrarse a ello porque, probablemente, Rusia plantee un sistema similar el próximo martes. Pero lo que sí sorprendió, y Aragonés tendrá que tomar medidas urgentes, fue la cantidad de balones perdidos por España sin motivo alguno. Un equipo que basa todo su potencial en la precisión no puede moverse en esa inseguridad. Fue un ensayo, pero sin duda un enemigo con más empaque no desaprovechará esos regalos.

Un rifa benéfica

Hay errores que pueden entenderse si la presión rival es ordenada y asfixiante, pero en El Sardinero se donaron balones como en una rifa benéfica. Da vértigo. Esta selección necesita una puesta a punto completa, porque es evidente que no carbura. Ante EE UU desplegó un juego lento, vulgar y previsible, muy previsible. Su único argumento fue darle la pelota a Sergio Ramos para que intentara ponerla en el área. Poco bagaje para una plantilla cuya seña de identidad es el toque para buscar espacios. Incluso hubo diez minutos en la primera parte en los que el dominio fue americano. Cómo sufre España si el rival le roba la posesión. Las líneas se resquebrajan y Marchena y Puyol pierden el sitio de manera insistente y preocupante. No hay movimientos acompasados cuando toca replegarse.

Sostiene Aragonés que EE UU ejecuta peor el contragolpe que Rusia. Inquieta pensarlo si España los defiende así. En la construcción Xabi Alonso entregó mal casi todo, Cesc corrió sin rumbo, Xavi no encontró su sitio a pesar del gol, Silva nunca estuvo y Cazorla jamás encaró. La conexión con los delanteros, Torres, en la primera parte, y Güiza, en la segunda, estuvo siempre fuera de cobertura. Por eso los hombres de Aragonés se llevaron varias broncas de los aficionados, la más sonada al llegar al descanso. Fue después cuando llegaron las pruebas, en un carrusel de cambios que no surtió efecto alguno. O la mejora en los próximos días es sustancial o esta selección lo va a pasar mal, muy mal.