RECUERDOS. La derrota ante Las Palmas en Chapín fue de las más duras de la temporada. / JUAN CARLOS CORCHADO
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La salvación se juega en Gran Canaria

Tras más de media temporada en zona de descenso, el Xerez tiene este próximo domingo la posibilidad de certificar la permanencia ante la UD Las Palmas

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En una semana así podremos preparar el siguiente partido con mucha más tranquilidad y sabiendo que dependemos de nosotros mismos». Fueron las palabras de Vicente Moreno, y de parte del plantel azulino, tras la épica remontada de hace dos semanas ante el Castellón. Antes de los tres puntos conseguidos ante el conjunto orellut, el Xerez se había llevado la friolera cantidad de 196 días metido en la zona caliente de la tabla, aquella que garantiza el descenso de categoría.

Antes del inicio del encuentro ante el Poli Ejido, el conjunto azulino ya dormía en Montecastillo fuera del descenso gracias al capricho de los resultados del sábado, y una situación que aumentó con la victoria ante el Poli. Sin embargo, los azulinos saben que el límite de la permanencia pasa por puntuar en Gran Canaria. Aquel equipo que metió en el pozo de la Segunda División al Xerez hace meses y que ahora puede ser testigo de piedra dela salvación, objetivo del Deportivo y de los hombres de Esteban Vigo desde la llegada del malagueño al banquillo de Chapín.

Desde la presentación del Boquerón hasta la posible salvación, sin embargo, ha pasado mucho. Desde los tres puntos perdidos en casa ante el Racing hasta la remontada ante el Castellón, el Xerez ha sufrido lo suyo para tener en la mano el milagro de la permanencia.

Era la jornada 26 y el Racing llegaba a Chapín. Con Esteban aún estrenándose, el conjunto azulino se aferraba a ganar en casa para comenzar a pensar en la permanencia. Siete puntos alejaban al Xerez de los puestos de permanencia y la imprevista derrota ante los gallegos aún pesa en la conciencia de Esteban, el cual ya ha manifestado en más de una ocasión que esos puntos son los que les falta en su contadero particular.

Meses después llegaba el Cádiz. Con la premisa de que en un derbi de estas características no hay ningún favorito, lo que está claro es que el Xerez mostró su mejor cara de la temporada. La victoria en el último suspiro ante el eterno rival supuso mucho, tanto moral como matemáticamente hablando. Los azulinos acababan de superar el pero tramo del calendario liguero ante equipos como Sporting, Real, Celta y Málaga y conseguían su tercer victoria consecutiva en casa.

Había que romper la racha de Schuster en Chapín y llegaba el Castellón. Con ocho equipos metidos en la lucha por mantener la categoría, el Xerez sabía que una victoria podría dejarlos fuera del descenso, al menos durante una semana. Para ello tenía la complicada tarea de superar al Castellón de un viejo conocido, el cordobés Pepe Murcia.

El conjunto orellut se jugaba sus últimas cartas para entrar en la lucha por el ascenso, mientras que los azulinos tenían en mente tres puntos que se iban a alejando con el tanto de Arana. Sin embargo surgió la figura de Antoñito, bautizado como Don Antonio al convertirse en el héroe del encuentro con dos goles que dieron tres puntos vitales a los azulinos, pero sobre todo, salir del descenso 196 largos días después.

bfernandez@lavozdigital.es