PELIGRO. Por la calle peatonal Cardenal Zapata transitan motos y coches a cualquier hora del día.
CÁDIZ

Una vía con muchas plumas, pelucas y joyas

Cardenal Zapata cuenta con negocios con solera como Ébano, Monna Lisa y la Joyería Galicia, que fue fundada en 1.947

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La llamada calle de los tres caminos tiene precisamente en su bifurcación dos de los comercios más antiguos de la vía. La Joyería y Relojería Galicia, fundada en el año 1.947 por el padre de Josefa Frende Criado, natural de Pontevedra, es uno de los negocios con mayor solera. «Inicialmente mi padre abrió un taller de relojería, pero con el tiempo decidió ampliar la oferta del negocio y puso la joyería», explica al tiempo que su hijo, Mario Criado, detalla los motivos del cambio: «Antes todos los relojes eran mecánicos, pero cuando salieron al mercado los relojes de cuarzo ya no tenía sentido seguir siendo relojero, una profesión que con el tiempo se terminará perdiéndose».

En frente, se encuentra la papelería Ébano, un negocio especializado en plumas estilográficas que lleva abierto 15 años. Antes, su propietario, José María Pérez, tuvo otro local en la calle, Imprenta y Papelería Gades. «En total llevo más de 52 años detrás del mostrador. Decidí especializarme en la escritura porque en Cádiz apenas hay establecimientos, además me encantan las plumas: para el que le gusta escribir es una delicia hacerlo con una estilográfica, pues sale una letra más suelta; sin embargo, hay que saber debido al iridio (la parte que hace contacto con el papel) que debe permanecer en una sola posición, algo que no sucede con los bolígrafos o los rotuladores que escriben en cualquier posición», aclara Pérez.

Muchos turistas, especialmente alemanes, entran al establecimiento atraídos por los rótulos publicitarios de Mont-Blanc. La marca teutona es «la más prestigiosa en plumas», tanto que «hay algunos modelos, como la estilográfica Legrand Black Diamonds (una combinación de metal, oro macizo y brillantes), cuyo precio asciende a 143.000 euros». En las vitrinas la variedad de marcas conocidas se suceden: Parker, Waterman, Cross, Inoxcrom. «Aquí han venido a comprar turistas hasta de Australia», comenta con orgullo el dependiente.

Otro de los comercios tradicionales está ubicado en el número 4 de Cardenal Zapata. La Joyería y Relojería Esteban lleva más de 40 años arreglando relojes como reseña Laura Rodríguez. «En la familia todos hemos sido joyeros, es una tradición que inició mi abuelo, siguió mi padre y ahora mi hermano y yo», aclara.

Colindante con Esteban se encuentra Pelucas Monna Lisa, una tienda especializada en pelucas, postizos, tintes de todo tipo y demás productos de peluquería que lleva funcionando desde 1.986. «Este establecimiento es uno de los pioneros de Cádiz. Todo empezó cuando mi abuelo catalán, Juan Serrat Valeri, vino a vivir aquí. Él hacía pelucas artesanalmente y abrió la peluquería Catalán en San Fernando y luego Pelucas Monna Lisa. Mi padre (Francisco Serrat Aneiros) siguió la tradición y ahora estoy aprendiendo yo», dice Francisco Serrat.

La encargada, Alfonsa Barla Huertas, lleva trabajando desde 1.981 y conoce todos los vaivenes que ha dado la moda. «En los años 60 y 70 las mujeres se compraban pelucas por moda, pero ahora sólo las llevan las personas que están con quimioterapia», aclara mientras enseña algunas pelucas de pelo natural. Algo parecido ha pasado con los tintes, pues «antes las mujeres se teñían cuando tenían canas y ahora las jóvenes ya compran tintes a edad cada vez más temprana».

Coches y motos

Pero para moda, las de las extensiones de pelo natural que pueden ser llevadas hasta un año como máximo. Eso sí, necesitan un tratamiento nutritivo en base a champú y mascarillas. «Las traemos del Oriente, como la India, países donde las mujeres acostumbran a llevar el pelo muy largo. Aquí hay que tener cuidado, pues hay establecimientos que por vender te venden hasta colas de caballo», comenta Francisco.

En este caso la llamada crisis del euro ha beneficiado este tipo de negocios, según Alfonsa, porque «las mujeres aprovechan la gran cantidad de tonos de tintes para teñirse en sus casas y no ir a la peluquería. Además, resulta muy cómodo puesto que ya no hay que hacer las mezclas porque vienen preparadas». En relación al tabú de que los tintes perjudican el pelo, Alfonsa es clara: «La calidad actualmente de los tintes es mucho mejor en relación al pasado y ya no dañan el cabello, pues hay una variedad infinita, como oxidante, semivegetal y vegetal».

Comerciantes y vecinos coinciden en señalar que el principal problema de la calle es «el continuo paso de vehículos y motocicletas». «Es una vía peatonal como marca el disco que está al inicio, pero nadie lo respeta», señala Paco Sambruno, el propietario de Don Merlín, un establecimiento de frutos secos y golosinas que también tiene un reservado para videoclub.

Una opinión que es compartida por María José Criado, una vecina. «Por aquí pasan hasta camiones, sólo hay que mirar lo dañados que están los balcones para darse cuenta de ello. El problema se agrava porque la policía nunca está por la zona y cuando aparece para poner multas es en fechas señaladas, cuando el Ayuntamiento necesita dinero», dice riendo. Es mediodía, y con tráfico o no, el trajín de la calle no cesa.

jmvillasante@lavozdigital.es