VILARNAU. Imagen de la bodega de González Byass. / LA VOZ
Jerez

González Byass ofrece un circuito de enoturismo en su bodega de Barcelona

Vilarnau está de estreno y abre sus puertas al público. La bodega de González Byass en Barcelona ofrece un circuito de enoturismo que comienza con un paseo por el viñedo y que continúa en la zona de vinificación y las cavas, recorriendo la sala de barricas y la zona de embotellado. En este paseo se explica pormenorizadamente el proceso de elaboración de los productos de la firma.

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Se incluye una visita a la terraza, desde donde se pueden contemplar las hermosas vistas de los alrededores de la bodega, con la montaña de Montserrat al fondo. La visita finaliza en la sala de degustación, con una cata de los cavas y vinos de Vilarnau.

Con esta ampliación del proyecto enoturístico del grupo, González Byass vuelca su experiencia de las jerezanas bodegas Tío Pepe, que se han convertido en las más visitadas de Europa, con más de 240.000 visitantes al año. Asimismo, se ofrece la posibilidad de organizar catas especializadas y eventos o actividades de turismo activo en sus instalaciones.

En el año 1948, Vilarnau nació como una empresa pequeña dedicada a la producción de cavas y vinos de alto nivel. En 1982, la compañía se integra al grupo jerezano González Byass y durante los años 1990 y 1991 se compra la actual finca, Can Petit. En 2003 se inició la construcción de la nueva bodega, que se inauguró en 2005.

Rodeada de 15 hectáreas de viñedos, se ha centrado en mejorar la calidad de los cavas. La nueva bodega, el autoabastecimiento con vides propias y la introducción de métodos de mejora en elaboración y crianza aseguran la calidad de cada botella. Al ser cavas de larga crianza, la burbuja es mucho más fina y sube lentamente, consiguiendo una corona que persiste. La bodega Vilarnau es una de las primeras de la zona en aplicar la viticultura de precisión.