«El precio depende de la añada y de los periodistas»

El presidente de Château d'Yquem, Pierre Lurton, admitía ayer en Vinoble que los precios de sus vinos, que salen al mercado por encima de los 100 euros y llegan a alcanzar cifras astronómicas en las subastas, dependen de la calidad de la añada y de los periodistas.

Lurton apuntó los caldos de esta casa son vinos especiales, aunque no cree que sean los mejores del mundo. No obstante, resaltó que son vinos únicos, difíciles de comparar con otros, puesto que la zona de Sauternes y concretamente la finca de Château d'Yquem, favorece el crecimiento de la botrytis cinerea, el secreto de estos caldos.

El vino de 2004, el que se presentó ayer en Jerez, ha salido al mercado con un precio de 150 euros, pero, probablemente en tan sólo un año se puede llegar hasta a triplicar. De hecho, la añada anterior, de 2003 -que también se cató ayer-, ya se cotiza a unos 440 euros, mientras que por el de 1988, una de las joyas actuales de la bodega, se pagan más de 1.000 euros, aunque en subastas sus precios alcanzan hasta los 6.000 euros, subrayó Lurton.

Estos precios hacen que sus vinos sean uno de los objetivos más deseados para falsificar en el mercado negro, pero según Lurton «hemos conseguido un gran sistema de trazabilidad de cada una de las botellas que comercializamos para evitar estas estafas». No obstante, según Lurton, una vez abierta la botella no hay copia posible.

Los vinos más jóvenes, es decir aquellos con cuatro o cinco años en el mercado, son afrutados y dulces, aunque con gran equilibrio de acidez, mientras que los viejos ofrecen notas de mermelada de naranja amarga y hacen olvidar el azúcar a su consumidor.

Estas características hacen que sean vinos muy combinados con el postre, pero el reto de Lurton es que los consumidores vean en ellos la compañía perfecta de cualquier plato de cocina salada, porque esta es la única manera de mantener el interés por todos estos vinos.