Cultura

Memoria de las dos orillas

Expertos españoles y marroquíes ponen de relieve la historia pareja del norte de Marruecos y Andalucía

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La historia, como cualquier otro conocimiento, puede en-tenderse y aplicarse desde una perspectiva social, desde un enfoque ético -que no moralista- o desde representaciones puramente científicas. Las III Jornadas de Cooperación Hispano Marroquí que arrancaron ayer en la Facultad de Letras y Ciencias Humanas de Tetuán, promovidas por la Fundación Provincial de Cultura de la Diputación de Cádiz, pretende aunar estas tres dimensiones con el objetivo de demostrar que los lazos que articulan las relaciones entre ambas orillas del Estrecho tienen un origen milenario, cuentan con un bagaje antropológico común y comparten los mismos intereses futuros. Se trata, en definitiva, de mirar a las raíces para no olvidar que «independientemente de las relaciones puntuales, a veces frías, e incluso hostiles, que pueden darse entre dos países o dos continentes, su memoria única acaba marcándoles el paso», según explicó durante su intervención el profesor de la UCA José Ramos Muñoz.

La ancestral vinculación de Cádiz con el norte marroquí fundamenta esta y otras iniciativas institucionales dirigidas a recuperar «unos referentes culturales que se han ido forjando durante siglos, y que deben reflejarse en nuevas vías de comunicación que posibiliten el intercambio de ideas y faciliten el diálogo entre ciudadanos de uno y otro lado del Estrecho», tal y como argumentó la diputada provincial de Cultura, Ana Mosquera, durante la sesión de apertura de las jornadas.

Expertos españoles y marroquíes comenzaron en la Universidad Abdelmalek Essaadi la disección de ese pasado que cruzaron las mismas civilizaciones, y del que «heredamos los mismos frutos», aunque posteriormente hayan derivado hacia realidades sociales y políticas muy distintas. Federico Molina Fajardo, doctor en Arqueología, trató de demostrar en su conferencia inaugural que el triángulo formado por Almuñécar, Tánger y Tamuda está tan fuertemente vinculado por la historia que incluso «carece de sentido estudiar cada zona individualmente, porque sería primar lo concreto sobre lo general que es lo que nos permite extraer conclusiones válidas».

Diego Ruiz Mata, Catedrático de Prehistoria de la UCA y coordinador del programa científico, reseñó que todos los participantes están de acuerdo con las hipótesis refrendadas con los trabajos sobre el terreno que defiende Molina Fajardo. «El pasado nos insiste en que estamos llamados a entendernos», resumió.