ENCUENTRO. IU se reunió la pasada semana con la entidad para mostrarle su apoyo. / A. Z.
SAN FERNANDO

La Asociación contra la Anorexia y la Bulimia ya ha atendido a medio millar de familias

El colectivo estudia ampliar su plantilla de trabajadores para dar cobertura a las necesidades de los pacientes

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El presidente de la Asociación contra la Anorexia y la Bulimia de San Fernando (Adab), Juan Manuel Egea, realizó ayer un balance de los siete primeros años de vida de dicha entidad. Egea anunció que durante dicho período la asociación había prestado atención a casi 500 familias gaditanas afectadas por distintos trastornos alimentarios y que los pacientes tratados habían conseguido, en la mayor parte de los casos, superar sus dolencias.

El presidente de Adab recordó también que la demora de la Administración autonómica en hacer efectivas las subvenciones comprometidas con la asociación durante los pasados ejercicios estuvo a punto de provocar la desaparición de la entidad, que se veía incapaz de afrontar los pagos de los sueldos de sus trabajadores. «Afortunadamente ya hemos cobrado las ayudas pendientes y estamos al día de todos los pagos, aunque nuestra situación sigue siendo complicada. El apoyo de nuestros casi 140 socios continúa siendo imprescindible para nuestra labor», explicó Egea.

El responsable del colectivo aclaró que Adab atiende en la actualidad a 32 familias e indicó que la suma de varios factores impide a la asociación ampliar su número de pacientes. El primero de estos inconvenientes nace de las reducidas dimensiones de la sede social de Adab y el segundo de la escasa plantilla del centro, formada por una psicóloga, dos trabajadoras sociales, un endocrino y una nutricionista. «Nuestra prioridad ahora es utilizar la próxima subvención del Servicio Andaluz de Empleo para contratar otro psicólogo que pueda satisfacer la demanda de las familias, ya que hay personas en lista de espera y algunas de ellas ya han tendido que trasladarse a Sevilla en busca de atención privada», señaló Egea.

Centro multidisciplinar

La pasada semana el parlamentario de Izquierda Unida Ignacio García visitó la sede de Adab para anunciar que la formación presentará al Parlamento de Andalucía una proposición no de Ley para exigir que el Consejo de Gobierno fomente la creación de unidades multidisciplinares para el tratamiento de los trastornos alimentarios.

Egea recuerda que la Junta prometió en 2003 a Adab que dichos centros no tardarían en ser una realidad en el territorio andaluz, aunque a día de hoy la medida sigue sin arrancar. «Incomprensiblemente la Administración autonómica continua sin reconocer los trastornos alimentarios como dolencias», recalcó el presidente.

Sanidad privada

El matrimonio formado por José Rinón y Mercedes Salado es un claro ejemplo del alto grado de éxito de Adab. Sin ir más lejos, ambos sufrieron durante 14 largos años la enfermedad de su hija, María de las Mercedes.

Ante la nula cobertura de la sanidad pública andaluza frente a los trastornos alimentarios, la familia se vio obligada a pagar los elevados costes de diversos centros privados. «Al principio optamos por viajar a Pamplona, donde el precio del tratamiento mensual ascendía a 7.200 euros, y luego decidimos quedarnos en Sevilla, donde los cuidados costaban unos 1.200 mensuales. Fue muy duro para todos y llego un momento en el que no sabíamos de donde sacar más dinero», recordó Rinón.

Por su parte, Salado destacó como momento más duro de la enfermedad el cambio de carácter que sufrió su hija. «Estos enfermos requieren una vigilancia continua para no volver a caer en malos hábitos y además se ceban con las personas más cercanas y queridas», señaló Salado.

sanfernando@lavozdigital.es