Filósofo del terrorismo

A lfonso Cano es de los pocos guerrilleros de las FARC que han pasado por la universidad. El presidente Uribe asume que la universidad también pasó por Guillermo León Sáenz, su verdadera identidad, la que dejó atrás en los años 80 junto a mujer y dos hijos para alistarse en la guerrilla.

Recientemente el presidente colombiano se dirigió así al nuevo líder de las FARC: «Saludos al filósofo del terrorismo de parte mía. Díganle que ahí vamos detrás de él. Vivía muy contento aquí, de aquí lo sacamos. Ese terrorista que posa de filósofo, de barba tupida, ese terrorista filósofo, fue uno de los que frustró la paz que se pudo hacer y no dejaron hacer en el Caguán».

Hacía tiempo que la tranquilidad se había terminado para Guillermo León, nacido en Bogotá en julio de 1948, en el seno de una familia de clase media. Con 22 años, se destacó como dirigente estudiantil de la Universidad Nacional, donde estudió antropología. Pero no se licenció ya que le expulsaron por sus actividades «políticas y revolucionarias», según la ficha que consta en los archivos militares. Perteneció al Partido Comunista, y en 1974 viajó a la URSS.

Desde su llegada a las FARC en 1982 se posicionó por su formación académica como 'el ideólogo'. Su ascenso al secretariado fue vertiginoso pese a no contar con adiestramiento militar ni mando en tropa, lo que quiso rectificar en los últimos meses organizando asaltos y atentados.

Participó en la negociación con el Gobierno de Belisario Betancur, en 1984. Lideró la Coordinadora guerrillera Simón Bolívar, grupo integrado por las FARC, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el Ejército Popular de Liberación (EPL) durante unas conversaciones con el Ejecutivo Gaviria (1990-94). En 2000, fue designado cabeza del Movimiento Bolivariano por la Nueva Colombia, el brazo político de las FARC.

Varias fuentes le reconocen como «un intelectual de discurso marxista-leninista», pero al que le gustan la buena mesa y las comodidades. Se le responsabiliza de ejecutar a 40 guerrilleros sometidos a un consejo de guerra en las FARC, por lo que está condenado a 40 años de prisión. Según el diario El Tiempo, también estaría detrás del Partido Comunista Clandestino.

Un miembro próximo a la organización señala que 'Cano' pretendía llevar a cabo «tal vez la táctica de infiltración más importante lanzada por la guerrilla: utilizar preferiblemente a profesionales universitarios como agentes encubiertos en la ciudad».