Pisos como legado

a crisis inmobiliaria no sólo está paralizando la compraventa de inmuebles. También entorpece la puesta en práctica de otras iniciativas vinculadas al sector como la llamada hipoteca inversa, una posibilidad financiera a la que pueden acogerse los jubilados que dispongan de un piso con el objetivo de ver redondeada su pensión. El fracaso de esta alternativa demuestra lo sobrevalorada que está en la sociedad española la propiedad de una vivienda, que sigue considerándose como una fuente de seguridad económica a pesar de la carestía de los créditos y del creciente endeudamiento. Resulta elocuente que muchos mayores prefieran vivir con una prestación más ajustada a renunciar al que suele ser el principal legado material para sus hijos. La pervivencia de esa mentalidad colectiva tan apegada a la posesión de un piso complica la reorientación del exhausto mercado inmobiliario.