Juegos rotos y jardines sucios

Con la llegada del calor los vecinos de la Plaza Santa Ana número 8 empiezan a sufrir los efectos del botellón justo debajo de sus casas. "Los jóvenes se ponen en los bajos, aprovechando las escaleras como asiento, y permanecen allí hasta altas horas de la madrugada. Todo son risotadas y carcajadas. El dormitorio de mi hijo da para ese lado con lo cual tenemos que mantener la ventana cerrada ahora que comienza el calor. Llamamos a la Policía Local y no hacen ni caso", explica con impotencia Juan Manuel Romero, residente del piso 2ºB.

Manuel Cazo Porquicho, el presidente de la comunidad, asegura que el panorama a la mañana siguiente es dantesco con "botellas por todos lados, restos de bolsas de patatas y olor a orines", sin duda, "un mal ejemplo para los diversos niños que por aquí viven", agrega. Para colmo de males, en pleno botellón estas pandillas de jóvenes tienen por costumbre "subirse a los juegos infantiles para destrozarlos". "Hace unos meses rompieron la puerta de acceso y ahora los perros entran al área para defecar y orinar con el consiguiente peligro para los niños", aclara Cazo, quien ha escrito en dos ocasiones al área de Urbanismo del Ayuntamiento solicitando el acondicionamiento de la zona de juegos.

Los actos vandálicos han llegado a tal extremo que los vecinos del bloque tienen que sufrir "los impactos de bolas de arena mojada en los cristales de las ventanas", según Cazón.

Carmen Sabaté, otra vecina, reconoce que no baja a su hijo de 4 años porque "siempre hay cacas de perro en la arena".

La fuente, un peligro

Los vecinos también solicitan la eliminación de la fuente que existe en la plaza porque "al estar siempre el suelo mojado y en pendiente resulta un peligro para los mayores", aclara Cazón.

Por su parte, el presidente de la asociación de vecinos Poeta Rafael Alberti, Gustavo Rosales, anunció a este medio que mandará un escrito al Consistorio esta semana solicitando que acondicionen el área infantil de la Plaza Santa Ana. "!Este equipamiento es un foco de infección, en la area hay garrapatas y pulgas. Queremos que pongan el suelo de caucho, como en otras zonas de la ciudad, y cierren el área para que no entren los perros. Así los niños podrán jugar tranquilos sin el temor de sus padres", explica