La empresa Territorio y Ciudad realizará el plan de protección del casco histórico

La empresa responsable de aprobar definitivamente el Plan General de Ordenación Urbana, Territorio y Ciudad, será también la encargada de sacar adelante el Plan Especial de Protección del Casco Histórico (PEPCH). El alcalde de la localidad, Enrique Moresco, informó ayer de que «este documento puede estar en funcionamiento en el plazo de un año». El primer edil comunicó que «los técnicos de Urbanismo están trabajando a contrarreloj para poder firmar un principio de acuerdo con Territorio y Ciudad en el plazo de dos semanas». De este modo, la empresa que lidera el arquitecto jerezano Miguel Angel Fustegueras será la encargada de aprobar los dos planes urbanísticos más importantes del municipio.

Estos servicios no se realizarán de un modo altruista. Por la finalización del Plan General, Territorio y Ciudad cobrará alrededor de los dos millones de euros y el Plan Especial de Protección del Casco Histórico ascenderá a los 180.000 euros. Habitualmente, el Plan del Casco Histórico suele estar inscrito dentro del Plan General. Sin embargo, el equipo de Gobierno no quiere esperar tres años para que se aprueben los dos documentos. Por esa razón, el Gobierno local ha sacado el PEPCH del Plan Urbano.

Las tres erres

Moresco justificó la decisión de que Patricia Ybarra lleve sólo la concejalía de Urbanismo, «para que pueda volcarse en su Área y poner orden en el caos urbanístico en el que está sumido la ciudad».

«Restauración, rehabilitación y reactivación». Estos son los tres objetivos que el equipo de Gobierno pretende alcanzar con la puesta en marcha del Plan Especial de Protección del Casco Histórico. De hecho, Enrique Moresco considera que «el casco histórico es la gran asignatura pendiente que le queda al municipio».

El último documento realizado por los técnicos del Ayuntamiento informaba «de la existencia de un millar de infraviviendas en el casco histórico de la ciudad, algunas con graves problemas estructurales». Este informe denuncia que «existen cerca de mil viviendas deshabitadas y en estado de ruina, especialmente en la zona del Barrio Alto».

Para intentar erradicar este problema, la concejalía de Vivienda ha puesto en funcionamiento la Inspección Técnica de Edificios (ITE), una herramienta que controla el estado de los edificios con más de cincuenta años en el casco histórico. En caso de encontrar deficiencias, los técnicos obligan al propietario a arreglar los problemas. Sin embargo, no será hasta que se apruebe el PEPCH cuando se pueda dinamizar integralmente esta zona.