PINCHITOS MORUNOS

Tortuguismo viñero

La Viña parecer ser que tiene una especie de maldición en los últimos años por la que cualquier proyecto que se inicie en este barrio se para. Es como si en la playa de la Caleta, las caballas, que ahora empiezan a estar en flor y brotan en ellas las piriñacas, estuvieran siendo sustituidas por tortugas que hacen que todo aquí funcione peor que la delegación de Urbanismo del Ayuntamiento de Cádiz. Un inciso, con perdón. Quería aprovechar la ocasión para felicitar al ex concejal Loaiza por su magnífico disfraz rociero y decir que de corto va perfecto, sobre todo en lo que se refiere a su gestión como concejal en el Ayuntamiento de Cadisí.

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La Junta de Andalucía había anunciado ahora que iba a poner algo en el edificio de Náutica. No viene nada mal poner un edificio administrativo en la zona porque eso atrae a mucha gente y como dicen los economistas finos eso genera vectores de desarrollo...traducido resulta que se venden más cafés con media tostada en los bares.

El proyecto se ha encontrado con el parón de que el edificio no se puede derribar. La primera queja es para la Junta de Andalucía por no fijarse en el tema y antes de decir que se van a liar a martillazos con algo, mirar que es lo que van a tirar. Lo segundo es felicitar a las voces que han impedido el derribo y en particular felicitar al arquitecto José María Esteban que, por encima de si se está de acuerdo con él en algunas de sus iniciativas, si hay que reconocerle que es un ciudadano que se preocupa por su ciudad y eso en Cádiz ya es de mérito.

Pero si hay que tener cuidado con algo y es que ahora, una vez que no se puede tirar el edificio, que no se pare el proyecto de montar oficinas en el inmueble porque de nuevo se estará paralizando la actividad en el barrio y ya está bien.

El proyecto de hotel de lujo de Valcárcel lleva años parado y, tristemente, tan sólo por un tema de cojonismo (bueno, ovarismo, en este caso). El Museo del Carnaval, el mismo cuento. En este caso el problema es de bronquismo entre administraciones. El proyecto de ampliación del Atlántico también está parado. Aquí el problema es de tortuguismo.

Esperemos que el proyecto del castillo de San Sebastián no se vea paralizado por ningún obstáculo porque esta zona de la ciudad no sólo puede vivir del muy loable negocio de vender caballas, aunque ahora estén en flor y les salgan las piriñacas.

La Viña necesita algo más que las papas aliñás de la plaza Pinto, el buen pescao frito del Trinidad o los monumentos que elabora a diario El Faro de la calle San Felix...ese si que produce desarrollo.

La Viña necesita políticos que se vistan de largo y sean capaces de desarrollar los proyectos diseñados. Los de corto están muy bien en el Rocío...ten cuidaito, hijo, no te vaya a mojá los pies cuando pase el río Quema.