FIRMEZA. Dice que hay superávit para pagar prestaciones. / BRÍGIDO
Economia

«El sistema no está en crisis, pero habrá más paro hasta 2009»

El titular de Trabajo advierte de que la recuperación no llegará al menos hasta dentro de un año y apuesta por un control más férreo de la inmigración

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El ministro espera en la sede de Presidencia de la Junta. Antes de la entrevista, saluda con amabilidad y charla sobre las bondades del jamón, pero después se pone serio. Celestino Corbacho Chaves (14 de noviembre de 1949, Valverde de Leganés) vuelve a Extremadura, de donde salió a los 14 años sólo con una maleta, pero ahora como miembro del Gobierno central. Durante 42 minutos, Corbacho, que viste un traje azul marino, camisa azul y corbata a rayas naranja, roja y marrón, expone con claridad sus opiniones sobre el paro y la desaceleración de la economía.



Es el encargado de gestionar el ministerio menos agradecido posible en este periodo.

Trabajo e inmigración tienen su particularidad y complejidad. La inmigración, con un aumento de paro, es un reto y más cuando el inmigrante será el primero que pierda el puesto de trabajo. La situación de desempleo ha crecido y va a seguir creciendo en los próximos meses y, lógicamente, tendrá un punto de dureza considerable. Hay que afrontar estas situaciones desde todos los ámbitos. En España, paradójicamente, las competencias de crear trabajo no residen en el Ministerio pero, en una situación de desaceleración económica y de pérdida de empleo, todos miran al ministro. Lo tengo asumido.

Aseguran que no es políticamente correcto, y que llama las cosas por su nombre. Así se entiende que comente sin tapujos que el paro va a seguir subiendo. No hay muchos políticos que dirían esto.

La política y la realidad no tienen que alejarse demasiado, aunque a veces constato que es así. Cuando uno ha sido alcalde como yo durante 14 años, resulta más difícil alejarse de la realidad. Yo no quiero ser un ministro de aquellos a los que no se le entienda, o teniendo la información, pueda trasladar a la opinión pública una idea diferente de la que conoce. No sirvo para eso. Por eso creo que, desgraciadamente, en los próximos meses el paro va a aumentar. El primero que lo lamenta y lo siente es el ministro de Trabajo, que va a trabajar para intentar corregir esa situación pero, lo que no puedo hacer es, sabiendo que eso va a pasar, decir que dentro de dos meses el asunto mejora, y echarle la culpa a no se quién. Llamar las cosas por su nombre tiene un punto de riesgo, pero hay que tener siempre un punto de sinceridad.

Hablando de sinceridad, ¿por qué hablan de desaceleración económica y no de crisis?

En etapa de crisis, todos los indicadores económicos son negativos, y todos los sectores notan sus efectos. La economía española, en estos momentos, continúa generando empleo. En lo que llevamos de año, hay 160.000 afiliados más a la Seguridad Social de los que había en 2007. Eso no sucede cuando una sociedad está en crisis pero, en cambio, este año seguramente que hay 160.000 parados más que los que había el año pasado. El grueso de esos parados proviene de dos sectores: la construcción y los servicios relacionados con ella. Por eso no es una crisis generalizada sino una desaceleración económica que afecta, fundamentalmente, a un sector aunque, evidentemente, al que pierde el empleo le da igual que se llame de una manera u otra. Lo que le preocupa es cuándo va a encontrar un empleo.

Llamar a la puerta

Se ha estrenado de la peor manera posible. Por primera vez, el mes de abril acabó con parados.

Sí, es cierto, pero también hay que situar las cosas en su contexto, no para relajarse o autoconvencerse, sino para analizar estas situaciones que tienen siempre un punto de complejidad. Actualmente, el 85% de los parados tienen cobertura de desempleo. Hace cuatro años estábamos en algo más de 60%. Por lo tanto, no es lo mismo una sociedad que genera desempleo y sus ciudadanos no tienen ningún tipo de cobertura, que una sociedad en la que el 85% de la gente lo tiene.

Como va evolucionando la situación, el Estado, según los cálculos, va a tener que gastarse unos 3.000 millones de euros en prestaciones de desempleo. ¿Vamos a tener caja?

La tenemos ya. En los últimos cuatro años, la población activa ha crecido en España más de tres millones de personas. Por tanto, hoy los cotizantes a la Seguridad Social son casi en tres millones más que en 2004. Y ello acarrea que las cuotas que pagan los trabajadores para el seguro de desempleo tienen superávit. Tenemos ahora 2.300 millones de euros de superávit. Significa que el sistema no está en crisis y puede aguantar la cobertura del desempleo de ahora. Y otra cuestión que hay que tener en cuenta: todos los indicadores, los pronósticos de la Unión Europea, del Banco de España, del Fondo Monetario y de las cajas identifican que, a partir del segundo semestre del año que viene, empezará una recuperación. Tenemos que quedarnos, por tanto, con la idea de que estamos en un momento de dificultad pero corto.

Ha dicho antes que el Ministerio de Trabajo no tiene competencias para crear empleo y que son las comunidades autónomas las responsables. ¿Así de fácil?

En Extremadura, cuando una persona se queda en paro, para cobrar el seguro de desempleo tiene que ir a una oficina del Ministerio de Trabajo pero, si es para buscar empleo tiene que ir a una oficina de la comunidad autónoma. Es decir, quien tiene la responsabilidad de buscar un empleo alternativo a ese desempleado no es el Estado, es la comunidad autónoma. O dicho de otra forma: tiene más responsabilidad la comunidad autónoma que el Estado en buscar un empleo a las personas, más allá de que los ciudadanos todavía siguen viendo al Estado como el responsable pero, desde el punto de vista competencial, no es así. ¿Quién es el responsable de buscar empleo a los desempleados extremeños? Lo siento, pero es la Junta de Extremadura.

¿Eso significa 17 políticas de empleo?

No. Las líneas estratégicas las tiene que diseñar el Ministerio. La Conferencia Sectorial de Empleo, a la que daré mucha importancia, es el foro donde se va a hacer la concertación, concertación que tiene que ser flexible. No es la misma situación en Cataluña que en el País Vasco o en Castilla-La Mancha. El Ministerio, por un lado, tiene que diseñar las líneas de por dónde deben ir las políticas de empleo y poner los recursos económicos disponibles. Y que cada comunidad autónoma las adapte a su situación.

Hablemos de medidas concretas. Ha señalado a la construcción como la gran culpable del paro. ¿La solución se encuentra en la realización de más vivienda protegida. Sería una buena fórmula para importarla a todas las comunidades?

La Junta ha hecho una política que hay que ponerla en valor y mirar para copiar. Ha apostado decididamente por la vivienda de protección oficial, cosa que no se ha hecho en otras partes del territorio. Mientras la vivienda privada tenía mercado, ha ocupado ese nicho a los sectores inmobiliarios. Pero fue aumentando de precio y se hizo prácticamente inasequible para la mayoría. En el resto de España, las comunidades se dieron cuenta de que habían apostado poco por la vivienda protegida, que estaba en un 6% ó 7 %, un porcentaje muy bajo porque la demanda estaba en un 25% ó 30 %. Ahora, cuando se quiere vivienda de protección oficial, cuesta más. En el mercado español hay un potencial de compra de 350.000 viviendas. Si hacen 150.000 de protección oficial, que es la demanda que existe, habría una buena parte cubierta para el sector.