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“Era muy buena persona, muy tranquilo; esto se tiene que terminar”

Los vecinos de El Palo se muestran conmocionados ante la muerte del guardia civil

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La barriada de El Palo amanecía esta mañana bajo la consternación después de conocer la noticia. La mujer y el hijo del guardia civil asesinado esta madrugada residen habitualmente junto con los suegros de la víctima en el número 24 de la calle Rodrigo Saavedra, una casa mata en la barriada de El Palo.

Desde primera hora, la zona se convirtió en un hervidero de reacciones. Sorpresa entre los que no los sabían y conmoción entre todos aquellos que tenían alguna relación con la familia. A primera hora de la mañana, y según el relato de los vecinos, agentes de la Policía Nacional acudieron al domicilio familiar para comunicarles la trágica noticia. Entre los vecinos se resaltaba la bondad del joven asesinado y algunos recordaban cómo sus hijos jugaban con el fallecido. .

Charo Pérez ha explicado que tienen mucho afecto a la familia y están muy afectados y ha indicado que el agente trabajaba y "luchaba por tener una casa con un sueldo muy pequeño" y que "su mujer se quejaba hace poco de que no le daban ni un préstamo para comprar un piso porque con un sueldo pequeño hoy los bancos no dan préstamos".

Cuenta que el guardia volvió ayer a mediodía al País Vasco, destino donde llevaba poco más de dos meses y que había pedido para acumular el tiempo necesario para poder ser trasladado a la Comandancia de Málaga con carácter preferente.

María Gutiérrez señala que ha sido "un golpe muy grande para el barrio" de El Palo, donde reside su familia; que el agente llegó ayer a su destino y se fue a hacer la guardia y que los familiares que han viajado hasta Álava "van que no pueden más" y su viuda está "hecha polvo" tras ser avisada a las cuatro de la madrugada de lo ocurrido.

Ha precisado que los suegros del guardia, que llevan muchos años viviendo en el barrio, están también destrozados por lo sucedido y que a la viuda la han acompañado hasta Álava sus hermanos y la familia del marido.

Charo ha dicho que imagina que el agente quería ganar puntos porque quería volver a Málaga para estar con su familia y que "se quería jugar la vida y se la ha jugado", ante lo que condena el atentado y destaca que "esto se tiene que terminar".

Ella trabaja de noche, tenía la radio puesta y cada vez que daban la noticia pensaba que era Manolo, "pero no quería creerlo porque pensaba que estaba aquí" hasta que al llegar esta mañana a su casa confirmó que efectivamente se trataba de él.

Entre las diez y media y las once de la mañana, un microbús recogió a sus familiares más directos junto al domicilio. Desde allí, fueron trasladados al aeropuerto malagueño, desde donde han viajado a la provincia de Álava.