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Fuera nervios

ELo que el Carnaval definió como el crimen del mes de Mayo, o sea, las Primeras Comuniones, me impidieron ver las dos caras del Cádiz ante la Real Sociedad (tarde complicada para el querido Padre Luis Castro) y, salvo milagro en el horario, volverá a ocurrir lo mismo con ocasión de la visita del Nàstic de Tarragona. Y aunque se pasa casi peor fuera que dentro del estadio, estuve tranquilo al ser de los convencidos que el Cádiz se salvará, e incluso, que lo hará antes de llegar a la última jornada.

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Si hacemos caso a la cifra mágica, véase los 50 puntos, y dando por hecho que, por muchos y variados motivos, los 3 puntos ante el Sevilla Atlético en casa no se nos escapan, sólo quedaría lograr un empate en las jornadas que quedan para respirar tranquilos. Y si nos fijamos en otros parámetros, no debe olvidarse que entre el Cádiz y el primer equipo en zona de descenso hay otros cinco, o que no es moco de pavo que aún queden ocho enfrentamientos entre los equipos que ocupan posiciones por debajo de nuestro Cádiz.

En definitiva, que la salvación de este mediocre equipo amarillo pudiera comenzar a atisbarse a poco que nuestros, en términos generales, desganados ídolos, echaran el resto el próximo Domingo ante un devaluado Celta de Vigo.

Cuanto antes llegue la tranquilidad en la clasificación, mejor para todos. Y una vez que el nerviosismo desaparezca por completo, no sólo de nuestros jugadores sino de sus directivos, tocará a la afición dar su veredicto sobre la temporada: ¿Haremos la ola o pitaremos como en San Mamés?. This is the question, aunque se presume gran abstención, que aquí, salvo excepciones, la gente sólo se moja en la playa. Y así nos va.