El librero siempre llama dos veces

Llevan 10 y 6 años respectivamente trabajando en la venta a domicilio de libros. Ambos pertenecen a Círculo de Lectores, son lo que se denomina agentes, y en sus respectivas provincias son los números uno en volumen de ventas.

María Núñez y Manuel Olivares, gaditana y vallisoletano, asisten estos días a la XIX Convención Nacional de Agentes de Círculo de Lectores, una empresa fundada en 1946, que copa prácticamente -con 5.000 personas trabajando en su red de ventas y más de 200.000 ejemplares vendidos de la última novela de Ken Follet-, la distribución de libros puerta a puerta por todo el país.

«A mi me gusta decir que trabajo para una gran empresa. Da igual el tiempo que dediques a esto, para unos es un complemento, pero para todos es una pasión». Son palabras de Manuel Olivares, que junto a su compañera están dentro de los 600 «mejores agentes que pasan estas merecidas vacaciones» en el hotel Valentín de Novo Sancti Petri.

Por medio, muchos días de sacrificio, esfuerzo y ventas. «Lo mejor de trabajar en esto es que al final llegas a hacer buenos amigos; hasta tu familia se implica al máximo cuando llegan las cajas de libros para repartir», confiesa con ironía María.

Esta gaditana lleva una cuenta de 160 socios activos, es decir, aquellos que compran religiosamente al menos cada dos meses el mínimo de un ejemplar de un libro o cualquier otro producto que la empresa haya introducido en el catálogo-revista en vigor.

Esta íntima relación entre el vendedor y sus clientes es precisamente lo que más gusta a la empresa matriz. Su director comercial, Sergi Pons, también presente estos días en Chiclana, así lo confiesa; «nuestro principal activo es la imagen de marca, la buena selección editorial de títulos y primicias, y la red de agentes».

Él asegura que «pese a la crisis la situación no es del todo mala en cuanto a la venta de libros». Y es que los buenos lectores son fieles a un determinado producto, y Círculo lleva mucho años «ofreciendo calidad, cercanía en el trato y unos buenos precios».

Ese parece ser el secreto para que el volumen de ejemplares vendidos se dispare, sobre todo, cuando las estrellas de las revistas del mes son libros como el último del catalán Ruíz Zafón, «todo un bestseller» en apenas un mes.

En cuanto a los números de lectores y libros vendidos que tiene la provincia de Cádiz, Círculo de Lectores demuestra una vez más que los tópicos que hablan del pasotismo inherente al gaditano en torno a la cultura y todo lo que ello implica no son ciertos. «Con la situación actual de Cádiz estamos muy contentos», asegura el jefe comercial de la firma.

35.000 en Cádiz al mes

Y es que en estos momentos, tal y como corroba Manuel Calderón, delegado de Círculo en la provincia, «somos 180 agentes y contamos con más de 30.000 socios, lo que nos lleva a tener unos 35.000 pedidos al mes en Cádiz».

Estos datos han llevado a la provincia gaditana a dejar de depender en la estructura interna de la empresa de la sede central de Sevilla y a constituirse como delegación autónoma. «Nuestro objetivo, pese a la crisis económica, es seguir creciendo», aseguran tanto los agentes como los responsables directivos de Círculo.

De momento, la lucha parece ir encaminada a subirse al carro de las nuevas tecnologías, «aprovechando internet para acercarnos aún más a nuestros clientes sin perder la esencia de una empresa tan arraigada como Círculo de Lectores», según Sergi Pons.

Para la plantilla de agentes que reparten a domicilio los ejemplares solicitados previamente por sus socios en toda España, «Círculo es algo más que una empresa que vende libros; es un momento puntual, un deseo, un servicio directo y casi una familia».

Tanto para ellos como para la dirección de la empresa, la estancia en Chiclana servirá este año para reforzar los lazos internos ante las dificultades que algunos auguran para la cultura con la incipiente crisis económica.

De momento, ellos son optimistas; «los buenos lectores lo son para siempre; y ellos saben que ser socios de Círculo de Lectores no es incompatible con ir a comprar un libro a una librería u ojear en un momento dado una feria del libro en cualquier ciudad».

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