Editorial

Propuesta cerrada

La propuesta de pacto político remitida por el lehendakari Ibarretxe al presidente Rodríguez Zapatero de cara al encuentro que mantendrán el próximo día 20 es todo menos abierta. No sólo debido a que interpreta el ideal democrático de espaldas a la existencia de un sistema constitucional, y contempla un procedimiento y un calendario que únicamente permiten la aceptación o el rechazo de la totalidad de la iniciativa. Sobre todo porque ese procedimiento y ese calendario, lejos de constituir una metodología inocua, desbordan por sí mismos el ordenamiento vigente abocando a la sociedad vasca a emprender un camino sin retorno que, de partida, haría tabla rasa de la Constitución y del Estatuto. La mera convocatoria de una consulta popular para comprometer a los partidos a negociar las bases de la convivencia futura -negociación que Ibarretxe ha defendido a menudo «sin límites ni condiciones»- supondría poco menos que formalizar el acta de defunción del marco de libertades y autogobierno que comenzó a construirse con la Transición para dar paso a otro proceso transitorio que alcanzaría su final sólo en la medida en que satisficiera las aspiraciones nacionalistas. La aplicación del procedimiento propuesto por el lehendakari inauguraría, desde el primer momento, la «entidad política libre asociada» que Ibarretxe contemplaba ya en su primer Plan.

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Si el presidente vasco y su partido fuesen consecuentes con su propósito de levantar un edificio político que supere cualitativamente el marco vigente a través de un particular periodo constituyente de dos años acompañarían su propuesta con la oferta de traspasar el gobierno de las instituciones de Euskadi a gestoras también transitorias integradas por todas las formaciones del arco parlamentario.

Pero la agenda del lehendakari no sólo salvaguarda el poder que hoy ostenta el nacionalismo, sino que está ideada para perpetuarlo. Es más, está ideada para perpetuarlo en la confrontación con el Estado constitucional. Porque nadie puede ser más consciente que Ibarretxe de que su iniciativa recibirá el próximo día 20 en la Moncloa la misma respuesta negativa que obtuvo su plan en el Congreso de los Diputados.