PENDIENTES. La Cruz Roja lleva más de cincuenta años haciendo los cambios de tercio.
Jerez

Toques característicos

La Cruz Roja lleva más de cincuenta años siendo la encargada de cambiar los tercios en la plaza de toros

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No se recuerda desde cuándo están en el palco presidencial de la plaza de toros de Jerez. Al menos cincuenta años, aunque no se descarta que lleven muchos años más. Se trata de los chicos de la Cruz Roja que cada año prestan el servicio en la feria taurina de hacer los toques de corneta adecuados a la hora de hacer los cambios de tercio. Antonio Romero fue sargento de esta noble institución y ahora está encargado de que a los muchachos no les falte de nada. «Se recuerda a un tal Huertas que dicen que de los primeros en hacer los tercios en Jerez. Pero a quien todos recordamos es a don Agustín Manchego Pruaño que llegó a ser alférez de la Cruz Roja. Ya sabes cuando éramos una institución mitad militar mitad civil», comenta Romero.

El caso es que los petos característicos de la Cruz Roja no faltan cuando el festejo está a punto de comenzar, estando muy pendiente de la persona encargada de presidir para hacer los toques oportunos. «Aquí son unos toques característicos. Además para cada tercio suena uno distinto. Uno para salida del toro, otro para tercio de varas, otro para tercio de banderillas y otro para el de muleta. Al igual que no sabemos cuántos años llevamos prestando el servicio, también te puede decir que tampoco sabríamos decirte cuándo se estrenaros estos toques tan característicos», subraya Antonio Romero.

Desde la fundación de la famosa banda de cornetas y tambores, cuando ensayan allá en las cocheras de la calle Ávila, posiblemente que estos chicos estén también en los toros. Este año han sido José Manuel Argudo, con tres años de experiencia en el palco, y Francisco Junquera que este año se ha estrenado.

Las tradicionales cornetas de la Cruz Roja se apagaron en la plaza de toros cuando arrastraron al último toro de la feria. Esperemos que no haya que esperar más de un año para volver a escuchar estos sones tan taurinos y, a la vez, tan jerezanos y típicamente característicos.