Samuel continúa entre algodones y es duda para jugar el domingo en Córdoba

Las dudas sobre la presencia de Samuel en el próximo partido de Liga se prolongan. El medio centro asturiano tuvo que ser sustituido durante el encuentro del pasado domingo ante el Alavés y todavía ayer no pudo entrenar con normalidad. Es más, Fabián Belmonte, médico de la entidad azulina, no se atrevía a asegurar que Samuel pudiera estar en disposición de viajar con la plantilla xerecista a Córdoba.

El mismo centrocampista contaba ayer sus sensaciones tras el entrenamiento y lo hacía con un gesto poco optimista. «Todavía tengo molestias y sólo he podido hacer un poco de carrera. Esperaremos un poco para ver si evoluciona bien. En función de como mejore mañana -por hoy- y pasado, veremos si puedo jugar o no. Es cierto que he notado mejoría, pero lo cierto es que se trata de una zona un poco peligrosa y me podría perder lo que resta de temporada. En caso de que el riesgo fuera elevado, prefiero perderme un partido a que sean cinco».

El asturiano no sintió ninguna molestia en el calentamiento previo al encuentro contra el Alavés. La lesión se produjo durante los primeros minutos del duelo y fue una sensación «como si fuera una patada o un golpe fuerte ahí en una zona amplia. Me veia que no iba a poder estar al cien por cien y prefería que saliera un compañero».

Samuel es consciente de la dificultad que podría entrañar volver al equipo si se pierde un nuevo encuentro, pero en estos momentos da prioridad «a lo colectivo. Todos sabemos cuál es el interés general del equipo. El otro día jugó gente que hacía tiempo que no participaba, algo de lo que personalmente me alegré. Si todo el mundo se siente partícipe es mejor. Cuando esté en condiciones intentaré volver».

Las declaraciones del medio centro vienen a confirmar el buen clima que se respira ahora en el vestuario xerecista. «Me alegré mucho por Adrián, Marco y Luque. Jorge se lo merece porque no ha levantado la voz durante todo este tiempo que ha estado sin jugar. Por una desgracia mía está jugando él, pero me alegro porque es un currante y se lo merece. Es un tío que genera buen ambiente en el vestuario y eso también hay que tenerlo en cuenta. No puedo estar contento al cien por cien por mis circunstancias, pero estoy contentísimo por el nivel del equipo y porque ganamos, que es lo que necesitábamos».

Después de cuatro empates lejos de Chapín, desea que «a la quinta llegue la vencida. Ojalá que se pueda triunfar, pues si ganar ante el Alavés fue un golpe de autoridad importante, vencer al Córdoba sería casi definitivo, aunque todavía quedaría mucho por recorrer. Dejaríamos al Córdoba a siete puntos y además, podríamos aprovechar el enfrentamiento directo entre el Alavés y el Albacete. Dependiendo de ese resultado se podrían quedar otros dos equipos por detrás».

Samuel prefería jugar en Córdoba antes que en Jaén. No sólo por la mayor comodidad del desplazamiento, sino por lo que supondrá para el Córdoba jugar ante una afición local bastante enfurecida. «Ellos están presionados por la dinámica que tiene durante las últimas jornadas. Yo era partidario de que el cierre de su campo se aplazara porque creo que ahí se van a sentir todavía más presionados y tenemos que aprovechar todas estas circunstancias favorables y el hecho de poder distanciarnos de una manera consistente. Una victoria ante los cordobeses sería más importante que en los cuatro partidos anteriores disputados lejos de Chapín».

Luque, el beneficiado

Si a la posible baja de Samuel se le une la ausencia por sanción de Abel Aguilar, deja a Luque con todas las papeletas para estar en el once inicial que jugará en su ciudad natal. El cordobés afronta el duelo con las ideas claras. «Ni mucho menos tengo el corazón dividido. Debemos ser conscientes de que si vencemos el domingo dejamos al Córdoba casi descendido».

sgalvan@lavozdigital.es