Las bicicletas

Pero a las bicicletas que me quiero referir son a aquellas que allá por los años cincuenta eran el medio de transporte para muchos, ya que no había otro al alcance de los bolsillos más endebles. Recuerdo cuando en los Astilleros llegaron a tener un parque de estos vehículos entre los operarios de la factoría. Eran miles. Tantas que se establecieron bicicleteros dentro de la factoría para su aparcamiento.

Lo más duro era que aquellas personas venían a trabajar desde los pueblos más cercanos a la ciudad y lo hacían en este medio. Algunos, los que venían de Chiclana, por ejemplo, tenían que salir de su casa casi de madrugada y después del trabajo, vuelta al pueblo teniendo en cuenta lo que pega el viento por esta zona, sobre todo a la vuelta.

Hay que tener en cuenta que venir de Chiclana hasta Cádiz en medios públicos no era fácil. Había que tomar el Canario en Chiclana hasta San Fernando y allí tomar la carterilla de Comes hasta Cádiz. Esto, unido al tiempo y al coste del billete, hacía que fuera casi imposible.

¿Quién no recuerda aquella letrilla de Paco Alba que decía: «Vienen desde Chiclana y/ de otros pueblos/ hombres en bicicletas a trabajar/ y el día que hace levante/ para qué te cuento/ después de harto cemento/ darle al pedal»?

Lo que sí deben hacer los usuarios de estos vehículos, sobre todo por las calles del casco antiguo, es tener cuidado con los peatones.