LA PREVIA

Despertares

Dice un refrán caletero: «En abril, mojarritas al cantil». Y es que, al llegar los primeros calores, nuestra compatriota acuática más representativa, la mojarrita, despierta de su letargo y se acerca hasta las piedras a ponerse jipata, de todo lo que cae delante de sus ojos. Para alegría de los pescadores. Además ha pasado un tiempo reparador que era necesario después del palizón que recibieron nuestros bolsillos por el Carnaval y la Semana Santa y ya se ve más vida callejera, el despertar de los cerveceros. Por despertar, despiertan hasta los enamorados, por no decir los fatigas playeros. Que con los primeros rayos de sol, aparecen con todos los tiestos para saciar su mono de playa y de tortillas con arena. Da igual que sople un poniente que pela. Ellos quieren ser los primeros en ponerse morenos, aunque tengan que ir a la caleta con bufanda.

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Lo cierto es que en este Cádiz tan novelesco y tan novelero, hace falta muy poco. Un rallito de sol, dos euros en el bolsillo, para que la ciudad despierte. Y el Cádiz, los cadistas, no podían quedarse dormidos ante tanto renacimiento. Y han bastado seis puntos consecutivos para que despertemos toda la fauna que vivimos alrededor de nuestro equipo.

Todo aquel ramillete de banderas cadistas que llenaban los balcones de la ciudad y que por la granizada de temporada que llevamos había marchitado, ha vuelto a florecer como claveles reventones, volviendo a llenar gran parte de la balconada gaditana para dejar alucinados a la gran cantidad de guiris que estos días han invadido la ciudad en un esporádico despertar de nuestro muelle. Pues muchos no entendían que Cádiz tuviera tantas embajadas de ese país tan raro llamado «Esecadioe». La plaga de frikis que pululan en programas de radio, foros y todas esas cosas, con seudónimos dignos del programa del Loco de la Colina, y que sus intervenciones tanto habían mermado ha vuelto a aparecer para apropiarse de la razón y la sapiencia. Eso sí, sin decir sus nombres por si acaso. Los grandes defensores de la cantera, han despertado, haciendo una lista de posibles candidatos a subir al primer equipo. Olvidando que estos chavales hace dos meses ya estaban ahí, y nadie hablaba de ellos. Los amigotes de este o de aquel entrenador, empiezan a hacer campaña, ahora que parece que la salvación esta asegurada. Antes callaban, pues sus amigos no iban a entrenar en Segunda B, como ustedes comprenderán. Y como no, los vendedores de humo haciendo cuentas para un posible ascenso. Que para eso Cádiz es la primera potencia mundial en este producto. Total, que ya estamos todos despiertos y se presagia un final de temporada de lo más animada.

En mi bar preferido, los sábados y los domingos por la mañana no se cabe. La gente va con un atuendo más veraniego. Y han vuelto a verse camisetas del Cádiz de todas las marcas y todas las épocas. Que a la mayoría les cae como una patada en la boca. Pues no se dan cuenta de que la abusiva consumición invernal de pucheros, potajes, y pringas, ha traído como consecuencia el incremento desmesurado del volumen de la barriga, dejando al menor de los movimientos al descubierto el orificio del cordón umbilical, más conocido como ombligo lleno pelo. Que a más de uno parece que se lo han hecho con una broca del trece. ¿Una monería! Encima las voces se han recuperado de todos aquellos pasodobles y tangos, y del «listo los de atrás» de marras, y eso es una pelea en vez de una conversación, la gente no habla, ¿chilla! ¿Si le ganamos al Gijón y al Ferrol, pa primera del tirón! ¿Tú estás loco o qué muchacho! ¿Lo que hay que traer es a Espárrago! ¿Sí con mayonesa! ¿Hay que dejar a Raúl! ¿Es muy joven joé! ¿Y el otro muy viejo! ¿Los que tienen que jugar son los del B! ¿Sí hombre todos a la vez! ¿Apúntame la convidá ahí! ¿Y un mojón! Como verán cada uno con su historia y con su razón. Pero de reojo ví en el fondo de la barra a Eduardo «el sensato». Solo, con su catavino, sus aceitunas y su rebequita, pues «hasta el treinta de Mayo no te quites el sayo». Y eso el lo lleva a raja tabla. Y que haciendo algo inusual en él, grito: ¿callarse! Señores, despertemos y tengamos los pies en el suelo. Si hace dos semanas apestábamos a descenso hoy no podemos hablar de ascenso. Si la plantilla era para echarlos a todos, ahora no puede ser la mejor del mundo. No empecemos a liarlo todo que nosotros somos los más culpables. Dejemos trabajar a Raúl, y luego Dios dirá. Que no hay más futuro que el presente y si ganamos dos partidos nos ponemos arriba, pero si los perdemos volvemos a estar abajo, y las dos opciones tienen las mismas posibilidades. Coño, vivamos el día a día que lo contrario es soñar. ¿Ah! Y la cantera con cuentagotas. ¿A ganarles al Gijón y a otra cosa! Sensatez.

Eso es lo que hace falta ahora, mucha sensatez. Cada partido es una final para alejarnos lo antes posible del pozo, que por abajo la cosa se va a poner peligrosa. Sin locuras, con humildad. Que cuando estemos salvados matemáticamente, ya habrá tiempo para pensar en el futuro. Que quedan veinticuatro puntos y son muchos. No sea que nos despertemos y la pesadilla se haya convertido en realidad. Seamos sensatos, que los sueños, sueños son.